Agresividad de los perros – Causas y tratamiento

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El mejor amigo del hombre se ha merecido ese título por su incomparable compañía, su carisma y las horas de alegría que vivimos junto a ellos mientras que las caricias y juegos no han de faltar. No obstante, pueden sufrir severos episodios de agresividad que afectan directamente a nuestra seguridad. ¿Quieres saber qué las provoca y cómo actuar? Entonces sigue leyendo acerca de la Agresividad de los perros- Causas y tratamiento.

Todo es cuestión de instintos

La agresividad es una respuesta automática a cualquier cosa que amenace la salud de nuestro amigo, impresa en su código genético y transmitido de generación en generación. Nunca existirá una agresividad injustificada cuando de animales se trata y es por ello que deberemos estar atentos cuando ésta se haga presente en nuestro can.

Una ofensiva les sirve como defensiva

Los perros descienden de los lobos y éstos son conocidos por su agresividad casi inmediata. Esto les sirve como defensa preventiva ante cualquier posible amenaza que se les pueda presentar, ésta lo sea o no. Los perros heredaron este aspecto y, aunque no suele tratarse del mismo caso, éstos hacen uso de su agresividad para defenderse de lo que les amenace.

No necesariamente significa que el perro es el problema

Debemos, como dueños, recordar que la agresividad no demuestra que el perro es un problema para nosotros, sino que él trata de advertirnos de algún problema para él mismo.

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Las causas son muchas

La agresividad en los perros no se presenta sólo porque sí, teniendo siempre una causa válida tras cualquier ataque o respuesta agresiva. Debemos conocer cuál es el origen de ésta y para ello debemos identificar la o las causas que pudieron provocarla, habiendo muchas opciones a descartar.

Territorio

A pesar de que muchas especies no lo parecen, los animales son seres territoriales, definiendo con esmero la zona que ellos definen como suya; y los perros no son la excepción. Si algún intruso amenaza con dañar o arrebatar su territorio, el perro responderá agresivamente para defender lo que le pertenece.

Dominancia

Cuando el can siente que algún individuo amenaza su puesto en la manada o familia, no dudará en responder de manera agresiva para salvaguardar su rango. De igual manera, si el comportamiento del perro tiende a ser el de macho alfa, éste se asegurará un puesto como tal mediante ataques.

Maternidad

Las madres actuarán instintivamente con agresividad para proteger a sus hijos, independientemente de la persona o animal que sea. Para evitar esto, podemos procurar mantener un trato seguro y medianamente distanciado con los cachorros mientras la madre aún muestre señales de sobreprotección hacia ellos. En pocas ocasiones, el padre también reacciona de manera semejante.

Problemas de salud

Si un perro tiene algún problema de salud que le genere dolor, molestias o algún síntoma que lo mantenga estresado y ansioso, éste actuará agresivamente ante la más mínima provocación. También responderá de esta forma al momento de aplicarle los medicamentos y el tratamiento.

Sentimientos del perro

Si el animal se encuentra enojado, frustrado, furioso, estresado, ansioso, triste o confundido, actuará con agresividad. Esto sucede debido a qué desconoce con exactitud qué sucede y cuáles son las intenciones de quien se le acerca, por lo que evitará cualquier contacto mediante ataques y respuestas violentas en cualquier medida.

Competencia

De igual forma que con el territorio y el carácter dominante, los perros atacarán cuando se sientan retados o cuando algo de su interés se vea bajo amenaza contra otro individuo, como comida, refugio, una pareja sexual, pertenencias (como juguetes), crías o la atención de sus familiares, sean humanos o animales.
Individuos del mismo sexo

Es bastante común que los perros del mismo sexo se enfrenten ferozmente entre sí, usualmente por el punto anterior. Los machos suelen agredirse con mayor frecuencia para establecer quién es el macho alfa de la manada; así como por parejas sexuales. Las hembras, en cambio, suelen tener por motivo la presencia de cachorros.

Dolores o heridas

De la misma forma que con los problemas de salud, la presencia de dolores físicos o heridas de gravedad pueden denotar un ataque por parte del perro. El dolor es un factor que aumenta su estrés; y el estrés, por su parte, incrementa su agresividad.

Alteración en su entorno

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Una mudanza, cambio de ambiente, remodelación de su hábitat y la anexión o sustracción de elementos propios del día a día del animal y con los cuáles el mismo se hallaba acostumbrado pueden llevarlo a reaccionar de manera agresiva en determinadas oportunidades; aunque ésta no es una de las causas más comunes para esto.

Depresión

A pesar de que es en mucha menor medida probable que esto origine la agresividad en el perro, sí puede presentarse el caso. Al estar deprimido, las energías y ganas que nuestro amigo posee de hacer algo disminuyen drásticamente, por lo que nuestra insistencia puede tener por respuesta un ataque.

Miedo

Una de las mayores causas de agresividad en perros es el miedo. Cuando cualquier animal está asustado o se siente bajo amenaza, su instinto le lleva a atacar al individuo causante de esta sensación de manera defensiva. Usualmente es fácil de reconocer la agresividad por miedo, ya que después del ataque el perro se muestra cabizbajo y arrinconado.

Nuevos individuos

La presencia de nuevos integrantes en su grupo social o familiar pueden llevarlo a reaccionar de manera agresiva hacia ellos para reafirmar su posición en dicho grupo y establecer que el territorio le perteneciente. Esto también se presenta en un perro que esté entrando a un círculo nuevo, atacando a los integrantes del mismo para tomar alguna posición importante en el mismo.

Frustración

Los seres humanos no somos los únicos quienes reaccionamos de manera violenta ante la frustración. Los perros, al verse frustrados con alguna situación, podrían atacar al primero que encuentren durante ese episodio.

Agobio

¿Has escuchado alguna vez que un perro atacó a un niño porque éste le molestaba constantemente? La paciencia de estos animales también posee un límite y, al superarlo, atacarán al responsable de esto. Sí, usualmente los niños son los responsables, por lo que deberías evitar que alguno moleste mucho a algún perro.

Formas de tratar la agresividad

Lo más recomendable es buscar ayuda profesional en esto; pero existe alguna que otra cosa que puedes hacer como dueño para evitar que los episodios de agresividad sucedan con menor frecuencia. Muchas de estas formas no son soluciones, pero te ayudarán a tranquilizar a tu amigo de cuatro patas.

Diagnosticar el motivo de la agresividad

Observa a tu perro y percátate de los momentos en los que reacciona agresivamente. Una vez hayas encontrado el origen de sus ataques, actúa para solucionarlos. Si son producto de su salud, ve al veterinario; si son causados por un tercero, procura un contacto controlado entre tu perro y ese individuo. Pero, nuevamente, lo más adecuado será buscar ayuda profesional en este tema.

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Esterilización

Ésta es una medida que soluciona en gran parte el problema. Al esterilizarle, las hormonas que impulsan su agresividad dejarán de segregarse y su comportamiento se volverá más pacífico, aunque no evitará que ataque cuando deba hacerlo.

Cambiar su percepción de las cosas

Algo que podemos hacer es, en caso de cambio de entorno o aparición de nuevos individuos en la familia, es demostrarle que aún posee la posición de siempre. No escasear en el afecto y la atención que le demos; y acondicionar sus sitios de estar de manera semejante a la vivienda anterior serán de bastante tranquilidad para él.

Brindarle la comprensión suficiente

Recuerda: la agresividad es el síntoma de un problema. Debemos, en lugar de sancionarlo por ello, intentar comprender qué sucede y por qué. Hazle entender que, en vez de estar en su contra, estás junto a él.

Paseos, juguetes y afecto

Intenta aumentar su calma y reducir su estrés con cosas que le gusten. Juega con él, acarícialo, llévalo de paseo y aumenta los niveles de afecto que usualmente le das. No obstante, aprende a diferenciar cuándo quiere y cuándo no, ya que insistirle para jugar durante un momento de agresividad podría ser contraproducente.

Enseñarle de manera positiva

Edúcalo y enséñale que responder de manera agresiva está mal. Esto no será sencillo ni rápido y muchas veces resultarán en mordidas y ataques; pero, con el paso del tiempo, podrás crear en tu can una conducta menos violenta y la agresividad sólo surgirá en situaciones que verdaderamente lo necesite.

Socialización

Llévalo a conocer nuevos perros y que haga amigos; así como a jugar usualmente con ellos. Esto le creará una conducta sociable, evitando respuestas negativas al momento de recibir nuevos miembros de la familia. De igual forma, esto lo hará más alegre y juguetón, por lo que dejará la agresividad paulatinamente.

Los castigos no siempre serán buena solución

Es bien sabido que los castigos son una de las mejores herramientas para enderezar la conducta de un perro, pero en el caso de la agresividad no siempre serán la respuesta. Al ser ésta una respuesta, castigar al animal por ella provocará confusión, frustración y estrés.

Maneras de prevenir la agresividad

Si queremos prevenir futuros episodios de agresividad en nuestro amigo, debemos tener en cuenta sus intereses y la forma en la que procedemos hacia él. El mejoramiento de la convivencia es una de las maneras más efectivas de prevención y es en torno a ésta que debemos trabajar.

Introducción lenta de nuevos individuos

Al momento de acercarlo a nuevos perros y/o personas, sea dentro o fuera de su grupo familiar, debermos procurar que ésta introducción sea lenta, por etapas y con el mayor nivel de adaptación para nuestro amigo. De esta forma, evitaremos que, al ser un encuentro directo y forzado, el can se vea agobiado por una nueva presencia cerca de él.

Respetar su espacio

De la misma manera en la que respetamos las habitaciones de las personas que cohabitan en nuestro hogar, debemos respetar el espacio designado para nuestro perro. Irrumpir en su sitio, tomar sus cosas mientras las usa o aproximarse mucho cuando éste no lo quiere así resultarán, con frecuencia, en ataques de su parte.

No forzar su paciencia

Mencionado en muchas ocasiones con anterioridad: su paciencia es agotable. Si queremos evitar respuestas agresivas por parte, debemos dejar de buscarlas. Ya sea forzándolo a jugar o recibir afecto; o acercarse demasiado cuando él no está dispuesto a tenernos cerca, estaremos aumentando las probabilidades de ser atacados por él.

Trato adecuado

Mientras menos tratos violentos le demos, menos respuestas violentas recibiremos. Esto hará que se sienta constantemente amenazado y, por ende, reaccione en pro de su defensa. Entonces, si es costumbre que le castigues físicamente, serás responsable de los problemas que tu can pueda tener.

Educación

Procura enseñarle muchas conductas positivas a tu perro a lo largo de su vida y él, ya con una serie de comportamientos adquiridos, será menos propenso a reaccionar de manera negativa y, por ende, sufrir de episodios de agresividad. Esto resultará más eficazmente mientras más joven sea desde que comiences a educarlo.

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