Como ocurre con cualquier mascota, un perro requiere de muchos cuidados, pues necesita de una buena alimentación, de una rutina diaria de actividad física y, sobre todo, necesita tomar un baño. Sin embargo, ten presente que el baño normalmente es desagradable para un perro. En el caso de que uses una bañera, debes evitar llenarla con agua antes de introducir a tu perro, ya que al estar totalmente vacía es mucho más sencillo que se adapte.¿Quieres saber más acerca de bañar a un perro y cada cuánto tienes que bañar al perro? Te lo contamos.
Una regla de oro es que tienes que cepillar su pelaje antes de la hora del baño,pues con esto retiras parte de la suciedad que se encuentra pegada al pelo y también evitas que el perro sienta nervios. Aun así, estas son solo algunas cosas para realizar esta tarea del baño. Veamos.
Bañar a tu perro en casa
Para bañar a tu perro desde la comodidad del hogar, es indispensable que prestes atención a las medidas que usas, ya que el baño tiene que ser relajante para evitar sentimientos de miedo y también estrés, por lo tanto uno de los factores a tener en cuenta es que el perro debe sentirse cómodo en todo momento. Para esto, lo primero que debes hacer es tener una actitud relajada para que así el perro comprenda que el baño no es malo, sino todo lo contrario. Si en ese momento te muestras nervioso o alzas la voz, solo conseguirás que tu perro no desee estar dentro de la bañera y por lo tanto estará muy asustado.
Es importante que no olvides, que el estado mental que tengas al momento de bañar a tu perro será transmitido hacia el animal directamente. Si lograr hacer que el baño se convierta en un momento de juego, será mucho más simple para tu perro que entre en la bañera sin problemas.
Frecuencia de los baños
Bañar a un perro muy seguido no es para nada aconsejable. Como todo animal, posee una capa de grasa sobre su piel que le ofrece protección contra los agentes externos. Generalmente se demora hasta tres días para formarse de nuevo después del baño, por lo tanto, es necesario que dejes pasar unos cuantos días hasta que bañes a tu perro nuevamente.
Hay personas que aconsejan bañar a su perro una vez en el mes, sobre todo cuando se trata de un perro que es demasiado activo y se ensucia con mucha frecuencia, pero la verdad es que es mucho mejor que bañes a tu perro por lo menos cada mes y medio, o incluso bañarlo cada dos meses.
En el caso de que el perro viva dentro de la casa, aguantará más tiempo sin ensuciarse. Pero si tienes a tu perro nada más en el jardín, donde se encuentra expuesto constantemente al barro, lo mejor es que lo bañes un poco antes del mes.
Otra cosa que debes tener presente, es evitar colocar la pipeta contra las pulgas a penas hayas terminado con el baño. Es mejor que permitas dejar pasar unos días, ya que de lo contrario la pipeta no cumplirá correctamente con su objetivo que es eliminar las pulgas.
En dado caso que uses un collar antipulgas, tranquilamente lo puedes colocárselo una vez que termines con el baño, pues esto no influye para nada en la función que tiene que cumplir.
¿Qué lugar es mejor para el baño?
Escoger el sitio correcto para bañar a tu perro es un aspecto fundamental. Para esta parte, necesitas una bañera que sea del tamaño apropiado, puesto que si tienes un Bóxer, por ejemplo, una bañera pequeña no va a servir de mucho y eso se debe a que sería demasiado incómoda para él, aparte de que se sentirá muy nervioso.
Otro aspecto de importancia, es tener presente las enfermedades que sufre el perro. Si por ejemplo, posee displasia de cadera, no será capaz de entrar en una bañera por sí solo.
En el caso de que tu casa tenga jardín, no tendrás esta clase de problemas, pues al tener más espacio para realizar el baño, será mucho más cómodo para tu perro porque cuenta con mucho espacio para moverse con total libertad, mientras haces que quede limpio. Sin embargo, recuerda siempre que el día que escojas para realizar el baño tiene que ser soleado, evitando así el clima frío. Si escoges un día nublado o con una temperatura un poco fría, a pesar de que utilices agua tibia para el baño, puedes ocasionar que tu perro se resfríe y eso no solo sería incómodo para él, sino también para ti.
Bañar correctamente a un perro
Es evidente que bañar a un perro no es una tarea simple, o por lo menos es así en los primeros intentos. Es por eso que lo ideal es que trates ese momento como un juego, especialmente si tu perro todavía es un cachorro. No solo consigues aliviar la tensión entre ambos, también estás ayudando a tu perro a que no sienta miedo.
Cuando ya tengas preparada la bañera y hayas escogido el lugar perfecto para el baño, ahora solo tienes que decidir entre amarrar a tu perro o solo dejarlo suelto, lo que sea más cómodo para ambos. En el caso de que tengas a un perro mediano o pequeño, lo mejor es que esté suelto, pero en el caso de que se trate de un perro grande es mejor que esté amarrado. Si has escogido atarlo, para sus primeros baños es necesario que lo hagas con mucha suavidad y dándole muchas caricias, así transmitirás calma para que tu perro se sienta más cómodo.
Temperatura del agua
Antes que nada, debes regular la temperatura del agua que sale de la ducha. Un perro tiene una temperatura corporal muy parecida a la de tu cuerpo, así que si para ti el agua está demasiado fría, también lo va a estar para tu perro. Para saber si el agua está demasiado fría o caliente, bastará con introducir una mano o un par de dedos dentro de la bañera para comprobar, así sabrás que estará perfecta para que tu perro tome un baño sin que represente una molestia.
No usar el tapón en la bañera
Como lo que quieres no es llenar la bañera, sino que toda la suciedad y el agua sean eliminados, evita usar el tapón.
Una vez que veas que la temperatura que tiene el agua es perfecta para el baño, empieza a mojar con suavidad a tu mascota. No uses la manguera o coloques la ducha directamente en su cuerpo, sino que esto es algo que debes realizar con calma y de a poco, de esta manera el perro se acostumbrará al cambio en la temperatura. También será necesario masajear áreas en las cuales hayas echado agua, de esta manera conseguirás que su pelo y su piel se mojen completamente, de lo contrario el agua solo estará en unos cuantos lugares y no en todo.
Debes estar muy atento a las orejas, la nariz y también a los ojos, estas son partes muy delicadas que requieren de un mayor cuidado. Para estas zonas, lo igual es que uses tu mano para frotar en agua, quedarán mucho más limpias y evitas los riesgos de que ocurran infecciones.
Usar champú
Una vez que tu perro esté totalmente mojado, ahora debes colocar el champú que has comprado solo para él. No olvides que este champú tiene que ser especialmente de uso canino, y será todavía mejor si adquieres uno que sea específicamente para la raza de tu perro, así estarás ayudando a cuidar mejor el pelo de tu mascota. Para conseguir que todo el sucio sea eliminado, tendrás que apliques una cantidad abundante de champú en el pelaje.
Enjuagar
Cuando observes que tu perro se encuentra cubierto con mucha espuma, ahora solo tendrás que retirar el champú. Hay personas que enjuagan solo una vez a su perro, pero lo ideal es que lo hagas hasta unas tres veces, así te asegurarás de que no queda jabón en el cuerpo del perro. No olvides dar masajes con suavidad conforme vas retirando el champú.
Secar correctamente a tu perro
Después de haber terminado con el baño, lo que queda por hacer es secar a tu perro. Como bien sabes, puede resfriarse con mucha facilidad y es por eso que tienes varias maneras de secar el pelaje de tu perro.
Secado al aire libre
Esta es una buena alternativa para secar a tu perro una vez que termina el baño. Para esto, necesitas escoger un día muy soleado y contar con el tiempo suficiente para dar un paseo con tu perro. Sin embargo, primero tendrás que retirar la mayor parte de la humedad usando una toalla, evidentemente no vas a querer que tu mascota gotee agua por todo el camino, aparte de que no será nada sano.
Usar una toalla
En el caso de que no cuentes con demasiado tiempo para salir a pasear junto a tu mascota, la toalla es la mejor alternativa que puedes tomar. Solo tienes que frutar a tu perro con la toalla hasta que observes que ha quedado totalmente seco. Si tu mascota posee un pelaje bastante largo, esta es una tarea que puede demorarse un poco, aparte de que tendrás que usar más de una toalla.
Aun así, tu perro quedará con algo de humedad al terminar de usar la toalla, y es por este motivo que tienes que bañar a tu mascota cuando la temperatura del clima sea bastante cálida, permitiendo así que el secado sea más rápido.
Usar un secador
Es cierto que esta es la alternativa más rápida, pero es la que no suele aconsejarse. El ruido que produce el secador en ciertos casos genera estrés, aparte de que si tiene un pelo demasiado corto provocarías quemaduras. Sin embargo, cuando no queda más remedio por la falta de tiempo, esta última opción que debes tomar. Para usar correctamente el secador con tu perro, tienes que colocar la mano entre el aire que es expulsado y el pelaje del perro, así evitarás que el aire caliente penetre directamente.
Otra cosa importante, es que el secador debe permanecer alejado de la piel del animal. Lo más probable es que al hacer esto te demores un poco al secar a tu perro, aunque al hacerlo estarás evitando cualquier riesgo de quemaduras. Por otro lado, evita colocar el aire que expulsa el secador en su rostro, no solo evitarás las quemaduras, también evitarás que la nariz y los ojos se resequen.
Como consejo, sin importar que escojas cualquiera de estas opciones para secar a tu perro cuando termine el baño, necesitarás usar una gasa para limpiar el interior de las orejas correctamente.