Celo en perras – Guía completa paso a paso

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Podríamos referirnos al celo en las perras como su menstruación. Será la fase en la que estén ovulando y, por tanto, receptivas para la reproducción. Mientras dure, los perros intentarán montarla, y además ella se dejará, por lo que hay que vigilarla constantemente. El celo suele ocurrir una o dos veces al año, aunque es imposible determinar con exactitud en qué época del año aparecerá. Sí que sabemos el periodo de tiempo medio entre un celo y otro, así como a qué edad es normal que una perra tenga el celo por primera vez. Es importante saberlo y también reconocerlo, pues cualquier descuido puede acabar con la perra teniendo cachorros.

 

Qué es el celo en perras

El celo en las perras es similar a la menstruación en las mujeres. Mientras dure, no se resistirá a ser montada por algún macho, por lo que es muy fácil que una perra en celo quede embarazada. De hecho, en esta fase de ovulación la perra intentará buscar algún macho para reproducirse, y los machos se verán también inevitablemente atraídos por cualquier perra en celo. Por supuesto, hay que tener en cuenta que quienes tienen el celo son únicamente las perras que no han sido castradas. Una perra que sí esté castrada ya no tendrá el celo y, por lo tanto, tampoco podrá quedar embarazada.

Las perras, a diferencia de las mujeres, no tienen el celo todos los meses, sino que lo tienen en periodos de tiempo completamente diferentes. Además, tampoco dura el mismo tiempo, por lo que es importante estar informado y, sobre todo saber cuándo una perra puede tener su primer celo. Es esencial estar preparado para ello, pues habrá que tener especial cuidado de que la perra no acabe montada por ningún perro macho si no se quieren tener cachorros. Quienes tengan únicamente machos, también deberán prestar atención a cómo se comportan ante una hembra en celo, pues habrá que vigilar sus instintos naturales.

Cuál es su duración

Aunque no a todas las perras les dura el celo el mismo tiempo, lo normal es que su duración sea de unas tres semanas. Por supuesto, habrá perras que tengan un celo de dos semanas, y también otras que lo tengan de cuatro. No es motivo de preocupación, pero si la duración del celo es anormal habrá que consultar con un veterinario por si se debe a algún problema más grave.

A pesar de que parece que el celo de las perras tiene una gran duración, lo cierto es que únicamente lo tendrán una o dos veces al año. Suelen pasar unos siete meses entre un celo y otro, pero no se puede determinar exactamente en qué estación del año será cuando la perra tenga el celo. Sin embargo, sí que sabemos que es frecuente que las perras tengan el celo a principios de primavera, y también a finales de invierno. Al igual que ocurre con la duración, si la perra no cumple con lo normal, y no tiene celo o tiene más de dos al año, será recomendable acudir al veterinario para que la examine. De esta forma se podrá solucionar rápidamente cualquier problema importante.

 

Cuándo tiene una perra su primer celo

Las perras suelen tener su primer celo entre los 6 y 8 meses, aunque una vez más debemos tener en cuenta que no siempre tiene por qué ser así. Por norma general, las perras de tamaño pequeño tendrán el celo por primera vez antes que las de razas de un tamaño mayor, apareciendo incluso a los 5 meses. Por el contrario, las perras de razas grandes podrán atrasar su primer celo hasta los 11 o 12 meses de edad. Si una perra tiene el celo por primera vez mucho antes de los 5 meses, o ya tiene más de 12 meses y todavía no ha tenido el celo, habrá que acudir al veterinario para ver si le pasa algo extraño.

Aunque las perras suelan tener su primer celo entre los 6 y 8 meses, hay que tener en cuenta que hablamos de perras que lleven una vida normal, sin estrés ni ansiedad. Además, es recomendable apuntar cuándo tiene una perra su primer celo, pues de esta forma será muchísimo más fácil calcular cuándo podrá ser el siguiente. Tampoco está de más seguir apuntándolo celo a celo, sobre todo porque como están tan espaciados en el tiempo, es fácil de olvidar la fecha, lo que dificultará saber el momento del siguiente celo.

 

Síntomas del celo

El primer síntoma que tendrá una perra en celo será su cambio de comportamiento. Se mostrará más cariñosa de lo normal, y no querrá estar demasiado tiempo separada de su familia. Hay unas perras que ya son extremadamente cariñosas de por sí, por lo que será mucho más fácil de notar el celo cuando se saque a la perra a la calle. Desprenderá un olor perceptible por los machos, que se sentirán atraídos y no querrán separarse de la perra. Intentarán olerla sin parar, y si no se separan intentarán montarla, por lo que hay que tener mucho cuidado y vigilar a los perros si no se quieren tener cachorros.

Además, es común que la perra intente escaparse para encontrar algún macho que la monte, e incluso que sea el macho quien se escape para encontrar a la hembra. Por eso, es muy importante vigilar a la perra cuando esté en celo, así como a los machos que se le puedan acercar.

Por supuesto, además de estos cambios de comportamiento, la perra también tendrá cambios físicos. Sus órganos sexuales estarán inflamados y de un color más oscuro, y es normal que tenga pequeñas pérdidas de sangre a lo largo de todo el celo. En ocasiones, las perras en celo tendrán una pérdida de apetito que hará que coman menos de lo normal, por lo que habrá que darle alimentos de calidad y que le gusten mucho.

Cómo evitarlo

Cuando esté claro que la perra no va a criar a lo largo de su vida, lo mejor que hay que hacer es la esterilización. Es algo beneficioso para su salud, pues muchos expertos afirman que si se hace a una edad temprana será más fácil prevenir tumores mamarios. De hecho, los perros que se adoptan a una protectora de animales, tanto machos como hembras, suelen estar ya esterilizados.

Sin embargo, hay quienes no tienen claro si quieren que la perra tenga cachorros en el futuro, y en estos casos será difícil evitar el celo. Hay una serie de métodos contraceptivos que pueden evitar el celo, pero son hormonas que pueden acabar perjudicando a la perra. Hay también una inyección abortiva que se le puede poner a la perra poco después de ser montada. Por supuesto, todo esto deberá estar controlado por un veterinario.

Sin embargo, queda claro que la mejor opción de todas es castrar a la perra o dejar que tenga el celo, pero controlándola. Intentar prevenirlo en algunas épocas completas, sin castración, puede llegar a ser perjudicial para su salud, por lo que es mucho mejor evitarlo. La castración tiene beneficios para la salud de la perra más allá de los relacionados con el celo, como la reducción de tumores. Si está claro que una perra no va a criar nunca, es mejor castrarla lo antes posible que esperar demasiado.

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