Cómo educar a un cachorro que muerde

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Cómo educar a un cachorro que muerde a todo lo que se acerca, incluso cuando juegas con el. Y es que los perros al igual que las personas, cuando nacen juegan y descubren el mundo que les rodea con la boca.

Para que me haces daño!

Los cachorros de perros aprenden a desenvolverse en su nuevo mundo, entre otras cosas, mediante el juego con sus hermanos. Y esto pasa por interactuar entre ellos a base de mordiscos. Igual hará contigo.

Al principio todo es divertido ya que los perros nacen sin dientes, pero cuando estos empiezan a salir como alfileres, la cosa cambia, y tanto tu como el resto de hermanos perrunos de la camada lo vais a notar.

Igual que te preocupas por conductas que no nos gustan como exceso de ladridos, o destrozos en casa, debes educar al nuevo miembro de la familia para evitar estos conflictos y que no se conviertan en una costumbre. Así que ya sabes, hay que socializar a tu mascota cuanto antes para minimizar estos problemas. Dentro de la socialización temprana que te cuento, deberás añadir alguna técnica para que tu nuevo amigo deje de hacerte daño a ti o los tuyos.

Vale pero, ¿por qué me muerde tanto?

Ya te hemos dicho que los perros comienzan a explorar su mundo más cercano mediante el tacto con la boca. Es el modo más rápido y sencillo. Y es que ya sabes que los cachorros de perro nacen con los ojos cerrados y al igual que los bebés de las personas empiezan a descubrir el mundo que les rodea mediante la boca. Todo lo quieren chupar y morder.

El problema se genera cuando juegan contigo o sus hermanos con los dientes de leche que además de ser muy afilados, les suelen provocar molestias, y con los mordiscos intentan paliar esta característica. El caso es que si no remediamos este asunto, los juegos y bocados, con los dientes de adulto, llevados al extremos solo provocan daño. Además y para añadir dificultad al asunto, cuando los dientes finales empiezan a sustituir a los de leche suele ir acompañado de dolores y molestias.

También afecta el hecho de que al principio, cuando un cachorro de mascota llega a casa nos pasamos el día jugando con el y nos hará mucha gracias sus mordiscos y bocados, y le alentaremos a seguir (inconscientemente) ya que lo más probable es que no reprimamos ese instinto de morder, si no todo lo contrario, ya que tanto juego, solo hace que aumentar ese comportamiento. Y al principio es muy divertido y no duele, pero con el tiempo, se puede llegar a convertir en un serio problema. A menudo pasa que nosotros mismos provocamos estos comportamientos sin darnos cuenta de ello, y luego todo son problemas…

Así que ya sabes: debemos reprimir esa conducta cuanto antes o acabaremos con las manos destrozadas de tanto bocado.

Bien, pues dime como lo hago

La clave está en cambiar unos comportamientos por otros más que en reprimir nada. Si, lo mejor que puedes hacer para que tu perro deje de morder de forma compulsiva tus manos y tobillos cada vez que te acercas es:

Reconducir esa conducta… Si, ahora te cuento

Para empezar no debes dejar que tu perro se acostumbre a morder tu mano. Para esto, debes reconducir esa conducta y enseñar al cachorro a que muerda todo lo que quiera, pero a sus juguetes no tu mano.

No debes permitir que sus dientes entren en contacto con tus manos. En su lugar, este comportamiento debe ser redirigido hacia los juguetes. Debes enseñar a tu mascota a que satisfaga sus impulsos de morder (algo normal en la conducta del animal) con los juguetes y peluches de los que disponga. Tu nuevo amigo peludo tiene que aprender a no morder a las personas que vienen a vernos ni a otros miembros de la familia.

Cómo educar a un cachorro que muerde para que deje de hacerlo. Te enseño como

  • Me parece estupendo que juegues mucho con tu perro, pero cuando lo hagas se precavido y hazlo desde el principio teniendo cerca juguetes blandos que pueda morder de modo que cuando tu perrito “tire” a morder (insisto en que es una conducta normal en un cachorro) en vez de a tus manos, le acercas un juguete a la boca para que muerda este. Fácil ¿verdad? Verás que pronto se acostumbra a esto y deja tus manos y tobillos tranquilos.
  • Otra técnica de entrenamiento y ejercicio canino para solucionar el problema es hacer lo siguiente: Prueba a hacer esto. Cuando tu cachorro vaya a morder tu mano, le das un comando de voz, el que quieras pero de modo enérgico, algo como “quieto” o “para”. Lo que sea, pero siempre la misma palabra. Así el animal retrocederá unos instantes y tu le quitas la mano de su alcance. Inmediatamente dejas de jugar con tu perro durante unos minutos y no le haces ni caso.
  • En breve, vuelve a jugar con tu perro pero esta vez usa sus juguetes con tus manos, para que no te muerda, y cuando lo haga como tu quieres, en el momento lo premias con alguna “chuche” que le guste. Esto es, usamos técnicas de condicionamiento operante, (tipo clicker) con premios. Y ya solo se trata de repetir estas nuevas conductas tal como te cuento hasta que en un par de días verás como lo aprende.

Nada de golpes ni castigos

El hecho de gritar fuerte y enfadado, castigar a tu perro o incluso llegar a reprimir esas conductas con golpes no servirá de nada. Es más, puede que empeores el asunto, a la par que bajará el vínculo entre tu perro y tu. Además los animales que son castigados al intentar reprimir comportamientos suelen acabar tomando represalias frente a la agresión con nosotros. Mejor llena a tu cachorro de mimos y cariños! Esto si funciona.

Cuando educas o estrenas a cualquier perro a que no muerda tus manos ni a nadie mediante las técnicas que te he comentado, si lo hace bien, además del premio dale muchas caricias y amor. Esto crea por un lado una sensación real a tu perro de que lo está haciendo bien y además refuerza mucho el vínculo dueño-mascota. Con lo que cada vez será más fácil enseñar nuevos comportamientos a tu cachorro y a ser más obediente. Y que no se te ocurra pegar a tu perro!

Pues he hecho todo lo que me dices y mi perro me sigue mordiendo

Vale, esto no cambia en dos minutos y pese a todo, hasta que aprenda (solo hay que tener paciencia, unos aprenden antes que otros) deberás seguir insistiendo unos días más. Y es que al igual que con nosotros el ritmo de aprendizaje varía en función del individuo.

Si pese a todo no lo consigues y resulta que tu perrito es muy “cabezón” y no quiere entrar en razón, lo mejor es que busques ayuda profesional y no dejes el problema para mañana. Cuanto más tiempo pase, y mayor sea el animal, más cuesta luego que aprenda, así que no lo dejes.

Y para acabar, no confundamos una conducta con problemas de salud, como infecciones o alguna patología, ni con molestias en la dentición de los perros cuando se desprenden de los dientes de leche y salen los nuevos y definitivos.

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