¿Cómo hablan los perros? – Lenguaje canino

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Comunicarnos con nuestro perro es esencial para una adecuada convivencia. Por suerte, son animales muy inteligentes y comprenden una gran cantidad de palabras, pero también es necesario que sepamos descifrar sus estados de ánimo. El perro los mostrará de diversas maneras, como determinados movimientos de la cola o las orejas, diferentes tipos de ladridos y gruñidos, o simplemente reacciones ante lo que le diga un humano u otro perro.

 

La cola

Fijarse en la cola del perro es una buena opción si se quiere saber cómo se siente, pues es una de las partes de su cuerpo que más usan para comunicarse. Desgraciadamente algunos perros la tienen cortada, y otros la tienen en una posición que no permite grandes movimientos, por lo que en esos casos será mucho más complicado descifrar lo que quiere comunicar el perro a través de su cola, aunque no imposible.

Por lo general, cuando un perro baja la cola, escondiéndola entre sus piernas, significa que tiene miedo por alguna razón. Esto suele ocurrir en perros adoptados cuando son adultos, pues muchos de ellos han sido abandonados y probablemente también maltratados, lo que hace que tengan miedo a los humanos. Sin embargo, es algo que se solucionará hablándole y tratándole con cariño.

Cuando un perro tiene la cola hacia arriba y la mueve mucho de lado a lado, significa que está extremadamente feliz. Este es, sin duda, el gesto más eficaz para descubrir cuándo un perro está contento, pues es algo propio de todos y cada uno de ellos.

Por otro lado, cuando un perro tiene la cola hacia arriba, pero no la mueve, significa que está en tensión, atento a algo o a cualquier problema que pueda haber. Es normal que en este caso acabe ladrando, gruñendo o incluso mordiendo, pues algo ha provocado esa tensión y estado de alerta.

La mirada

La mirada de un perro también puede llegar a transmitir sus sentimientos. Muchos de ellos son muy expresivos, y son capaces de mostrar distintas emociones como miedo o amor simplemente a través de su mirada. Además de esto, hay que tener en cuenta que cuando un perro se queda mirando fijamente a otro perro o persona a los ojos significa que lo está retando. Esto ocurre únicamente con perros desconocidos, por lo que si nuestro propio perro se nos queda mirando, es muy posible que se deba simplemente a que le gusta hacerlo.

Por el contrario, cuando un perro se queda mirando fijamente a otro, y este último retira la mirada, está mostrando sumisión. Significará que no quiere meterse en problemas, y que tampoco tiene ganas de mandar en esa ocasión, así que deja que sea el otro perro quien quede por encima. 

Lo mejor es que al cruzarnos con algún perro desconocido no nos quedemos mirándolo fijamente. En los humanos también lo pueden interpretar como una señal de superioridad, y creerán que se les está desafiando, algo que puede ocasionar problemas con muchos perros. Por supuesto, con perros con los que se tenga confianza no habrá ningún problema en mirarlo a los ojos durante un largo periodo de tiempo, pues no lo interpretarán como un acto de superioridad. Al revés, muchos perros disfrutan de una mirada agradable de sus humanos. 

 

Las orejas

Aunque hay perros con orejas de formas muy diferentes, todos quieren transmitir lo mismo al moverlas de una determinada manera. Al igual que ocurre con la cola, hay muchos que por desgracia tienen las orejas cortadas simplemente por razones estéticas. Es aloque no hará ningún bien al perro, aunque sí que se podrá seguir interpretando cuáles son sus sentimientos según cómo las mueva.

Un perro con las orejas hacia abajo tendrá miedo o estará triste. Es normal que esto ocurra cuando se riñe a un perro, aunque hay que recordar que esto no debe hacerse en exceso, pues la mejor manera de entrenarlo es mediante refuerzos positivos, y nunca negativos.

Cuando el perro tiene las orejas hacia arriba es que está atento. En muchas ocasiones las mueven de un lugar a otro mientras están muy atentos, y es simplemente para escuchar mejor cualquier ruido. También puede significar que está en tensión, ya sea por una situación que le incomode, como simplemente por estar atento a algo en concreto.

Como se puede intuir, un perro con las orejas relajadas, sin ningún movimiento en especial, estará tranquilo y relajado. Podemos deducir que no está pensando en nada malo ni tampoco tiene ninguna preocupación, sino que simplemente se siente bien y cómodo. Esto ocurrirá, por ejemplo, cuando esté tumbado relajadamente descansando tras todo lo que ha hecho a lo largo del día.

Ladridos y gruñidos

Los ladridos son la principal forma de comunicación de los perros y no siempre significan lo mismo ni son iguales, por lo que es importante saber diferenciarlos. Lo mismo ocurre con los gruñidos, aunque por lo general son una señal de agresividad, o también de comodidad, si gruñen por ejemplo ligeramente cuando se les acaricia. Estos dos gruñidos serán fáciles de diferenciar, pues el que indica que el perro puede atacar en cualquier momento será mucho más fuerte y se notará la agresividad. Además, es normal que un perro que esté jugando muy emocionado suelte algún gruñido de alegría de vez en cuando.

Cuando el perro ladra con un alto tono de voz y además muy rápido, puede ser símbolo de agresividad. Por el contrario, si ladra frecuentemente, pero los ladridos son más cortos, significará que está advirtiendo de algún peligro, aunque también puede ser que quiera llamar la atención de alguien.

A algún perro se le puede escapar un ladrido cuando está jugando, lo que significa que está muy contento y pasándoselo bien, sugiriendo a su compañero de juegos que es un gran amigo. Un ladrido corto y único también será algo positivo, pues es señal de que el perro está simplemente saludando.

Hay algunos ladridos que son muy parecidos a los gritos de los humanos, y en realidad significan lo mismo. El perro ladrará de esta manera cuando sienta un dolor repentino, por ejemplo si se le ha pisado sin querer.

 

Lenguaje humano

Los perros también pueden entender a los humanos, y es que según el tono de voz con el que se les hable sabrán si se les está riñendo, hablando normal o simplemente se les dicen algunas palabras bonitas.

Además, los perros son capaces de entender un cierto número de palabras del lenguaje de los humanos, lo que significa que son animales fáciles de entrenar, y que en muchas ocasiones sabrán exactamente lo que se les está diciendo.

Por supuesto, a la hora de entrenar a un perro no aprenderán únicamente con órdenes, sino que al principio tendrán que relacionar esas palabras con determinados gestos. Por ejemplo, es una buena idea comenzar el entrenamiento con chuches para perros, pues de esta forma aprenderán poco a poco lo que tienen que hacer ante una determinada orden.

Es muy importante saber que, aunque los perros son muy inteligentes, hay que tener paciencia con ellos, y al principio puede costar que nos entiendan. Es esencial no desesperarse, pues notarán el estado anímico de los humanos. Además, la mejor forma de entrenamiento es a base de refuerzos positivos, dejando siempre atrás los negativos.

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