Basta con dar una vuelta por los alrededores de cualquier parque canino para darnos cuenta de que existen perros realmente nerviosos, difíciles de relajar, que no pueden parar de correr continuamente. Quizás, incluso, convivamos con un perro que posee este tipo de personalidad, y en ocasiones se nos haga cuesta arriba controlar su nivel de nerviosismo. Los perros nerviosos se caracteritzan por necesitar un nivel de actividad superior, y nos proponen retos constantes para controlarlos. Gracias a este artículo de razasyperros.es, podrás conocer algunas de las premisas básicas que te permitirán relajar a tu perro nervioso. Si quieres conocerlas, ¡sigue leyendo!
Perros nerviosos: ¿En qué consisten?
La personalidad nerviosa en perros suele ser un factor muy común, especialmente en aquellas razas de pequeño tamaño. Estos perros se caracterizan por estar en constante movimiento, provocado por un alto nivel de excitación, siendo muy difícil relajarlos a pesar de nuestros numerosos intentos. Se llaman perros nerviosos y, más allá de lo que en un primer momento pueda parecer, pueden tener problemas derivados de su alto nerviosismo. Por ello es tan importante contribuir a su relajación.
Un perro puede ser nervioso por diferentes motivos. Su genética, su propia personalidad, su ambiente e incluso la educación que ha recibido pueden haber contribuido a ello. Lo cierto es que, detrás de la conducta nerviosa, puede existir un nivel de estrés disfuncional que afecte negativamente a su salud. Y es que los canes también poseen sus propias emociones, y en función de cómo las gestionen, podrán disfrutar de una vida más tranquila o más movida.
Además de la constante actividad, un perro puede demostrar su nerviosismo de otras muchas maneras. Movimientos rápidos de cola que no cesan, demasiada excitación y agitación, correteos de un lado a otro, ladridos frecuentes, problemas con el pelaje y/o muda de pelos continua, temblores y jadeos son algunos de los síntomas más comunes. Si estas conductas son habituales en nuestro perro, deberemos sospechar de su carácter nervioso, y prevenir posibles problemas derivados de ello. Aprender a relajar a nuestro perro es fundamental.
¿Qué podemos hacer para relajar a nuestro perro nervioso?
A todos nos gusta estar relajados. Una vida relajada es mucho más placentera y fácil de gestionar que una vida nerviosa. Para nuestros perros, también. Es por ello que, si conseguimos relajarlos, estaremos mejorando su calidad de vida.
Ahora bien: ¿Cómo podemos conseguirlo? Está claro que las habilidades de comunicación con un perro no funcionan a la perfección. No obstante, encontramos diferentes recursos que pueden ayudarnos en nuestro intento. Veamos cuales son.
1-Otorgarle la oportunidad de realizar ejercicio físico
Puede parecer contradictorio, pero muchos perros nerviosos poseen esta personalidad porque no realizan el ejercicio físico necesario para canalizar su nerviosismo. Cada tipo de raza, así como tipo de personalidad, posee unas necesidades diferentes. En ocasiones, facilitarle la realización de ejercicio puede relajar a nuestro mejor amigo y devolverle la estabilidad que necesita. Un perro que sale a la calle es un perro que se relaciona, que corre y que da rienda suelta a sus necesidades de olfateo. Un perro que pasea es, por tanto, un perro feliz.
2-Disfrutar de tiempo juntos
Si nuestro perro no juega con nadie, acumula sus ganas de jugar y llega un momento en que su necesidad de actividad se desborda. Cuando llegamos a casa, esta necesidad sale en modo de excitación, y es entonces cuando se produce la hiperactividad. Para evitar que esto suceda, necesitamos pasar tiempo con nuestra mascota. La compañía les proporciona estabilidad y seguridad, y estos factores contribuyen a bajar su nivel de intensidad.
3-Cuidado con los refuerzos
En muchas ocasiones, reforzamos su carácter nervioso, por lo que aumentará su realización. Es muy importante atender a nuestra conducta, pues en muchas ocasiones puede ser la culpable de las conductas disruptivas de nuestros animales. Si, cuando llegamos a casa, acariciamos a nuestro perro ansioso, estaremos reforzando esta conducta. Es mejor otorgarle el espacio y tiempo necesario para que se calme, y una vez calmado, prestarle atención. ¡Así reforzaremos su estado de calma!
4-Usar feromonas
Para ayudar a nuestro perro a estar más tranquilo, podemos hacer uso de feromonas especialmente indicadas para mejorar estos comportamientos. Se venden en veterinarios y/o tiendas especializadas, y podemos adquirirlos en diferentes formatos; difusor en spray y difusor en enchufe.
Estos recursos suelen ser muy positivos para nuestras mascotas, pues generan un ambiente de seguridad y estabilidad en el que el animal se encuentra cómodo, sin necesidad de realizar las conductas nerviosas.
5-Acudir a un adiestrador canino
Si has probado estos consejos y no dan buen resultado, puedes solicitar los servicios de un adiestrador canino que ayude a tu mejor amigo a gestionar mejor su nerviosismo y/o su estrés. Estos profesionales usan técnicas específicas y avanzadas, cuya efectividad se ha comprobado, que devuelven la estabilidad a nuestro animal y permiten adecuarlo a las necesidades del ambiente.
Es importante educar a nuestro perro mediante el refuerzo positivo. Este tipo de refuerzo se basa en la presentación de recompensas cada vez que nuestro can realiza una conducta deseable, mientras ignoramos las conductas que deseamos erradicar. Supone el tipo de refuerzo más efectivo, pues educa desde una prespectiva positiva, donde las consecuencias negativas, así como el miedo, no tiene cabida.
Es esencial evitar los castigos y, por supuesto, los maltratos. Los perros son seres vivos que merecen disfrutar de una vida cómoda y digna, y en nuestras manos está ofrecerle estas condiciones de vida. El maltrato animal, además, supone delito y puede tener consecuencias graves, tanto para el animal como para la persona que lo ejerce.