La socialización es algo muy importante en la vida de un perro. Debe aprender a vivir en sociedad, y entender que no hay problema en relacionarse con otros animales y humanos. Es normal que los perros que no lo hayan aprendido sean muy miedosos o incluso agresivos en presencia de extraños. Como puede ser un proceso difícil, es mejor que el perro aprenda a socializar desde que es un cachorro. Si esto no es posible costará más, aunque no será imposible. En casos extremos habrá que contar con la ayuda de un especialista, pero no es lo común.
Enseñar a socializar a un perro significa enseñarle cómo comportarse y vivir en sociedad, aprendiendo a relacionarse con otros perros o personas. Los perros que no aprendan a socializar tendrán problemas a la hora de acercarse a desconocidos, en muchos casos teniendo miedo e incluso pudiendo mostrarse agresivos. Es importante que aprendan desde que son pequeños que no hay ningún problema en establecer contacto con otros animales y con humanos, y que de hecho es algo que puede llegar a ser muy divertido.
Es recomendable que un perro aprenda a socializar desde que es un cachorro, pues de esta manera será un proceso mucho más fácil. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el cachorro debe tener todas las vacunas necesarias para no contagiarse de nada al relacionarse con otros perros. Por supuesto, hay situaciones donde esto es imposible, sobre todo cuando se adopta un perro adulto. En este caso, eso no significa que no deba socializar, sino que será un proceso más largo y difícil. Un perro que aprenda a socializar correctamente será mucho más amable y educado.
Un perro debe aprender a socializar, por supuesto, si no es la única mascota de la casa. Pero también es esencial que lo haga para evitar problemas cuando salga a la calle y se encuentre con otros perros. Hay que dejar que el perro olfatee a los que se encuentre en su paseo, siempre que estos últimos reaccionen correctamente. Si se muestran agresivos o ladran en exceso, nuestro perro debe retirarse, pues de lo contrario podría tener incluso más miedo. Debe aprender por sí mismo a conocer a otros perros y a jugar con ellos, de forma que los reconozca como amigos con los que pasárselo bien.
Es importante saber que la socialización no es un proceso que se realice de un día para otro, sobre todo si el perro tiene miedo. Deberá aprender a relacionarse con los demás poco a poco, y entendiendo que no hay motivo para pasarlo mal. Si se obliga al perro a relacionarse con demasiados perros o humanos cuando no está acostumbrado, es probable que le acabe dando miedo y termine estresado. Hay que ser paciente y enseñarle a socializar de manera gradual.
Cuando el perro se sienta cómodo en su casa, es recomendable que vaya de visita algún otro perro. Como se siente en un espacio seguro, no tendrá problema en establecer relación con él. Hay que permitir que se huelan para conocerse, y después es muy probable que acaben jugando, sobre todo si son cachorros. Después de esto, cuando salga a la calle y se encuentre un nuevo perro, tendrá menos miedo a acercarse y conocerlo. Es importante saber que, a no ser que los perros que se encuentre sean agresivos, siempre hay que dejar que se huelan para conocerse bien.
Un perro debe aprender a socializar con personas más allá de su familia. Es normal que cuando salga a dar algún paseo se encuentre con gente, y también que de vez en cuando reciba alguna visita en casa. Por esto, debe saber que es algo completamente normal, y que los humanos también pueden llegar a ser amigos.
Para que un perro aprenda a socializar con humanos, éstos deben jugar con el y, sobre todo, acariciarle. De esta manera el perro se acostumbrará a que lo toquen, e incluso aprenderá que puede ser algo muy bueno, y en el futuro será él mismo quien pida que lo hagan. No es recomendable que haya demasiada gente a su alrededor si todavía no está acostumbrado, pues esto podría agobiarle. Debe conocer a las personas poco a poco, y si todavía no está acostumbrado no debe acudir a espacios demasiado concurridos. Al principio, cuando salga de paseo, no importa que se relacione con humanos, pero deberá ir por lugares donde no haya demasiada gente. Cuando vaya perdiendo el miedo ya podrá relacionarse con más personas, comprendiendo que es algo normal a lo que hay que acostumbrarse.
Enseñar a socializar a un perro adulto será algo más difícil. Es probable que un perro que nunca se haya relacionado correctamente con perros o personas tenga miedo de hacerlo. En muchas ocasiones, el perro se siente tan agobiado que se puede mostrar agresivo como mecanismo de defensa. En estos casos, las primeras veces deberá tener un bozal para evitar que pueda hacer daño cuando esté empezando a relacionarse con los demás. Si el perro no se muestra agresivo, por supuesto un bozal no será necesario.
Es esencial que se acerque poco a poco a otros perros y dejar que se olisqueen todo lo que quieran. Esta es su forma de presentarse y conocerse, lo que ayudará al perro en la socialización. Además, quien lo esté paseando no debe mostrarse con miedo o nervioso, pues si el perro lo siente se le acabará contagiando. Hay que mostrar tranquilidad, de manera que el perro entienda que cruzarse con otros perros o humanos es algo normal, que ocurrirá muchas veces y que además no es malo.
Será algo bueno acudir a un parque de perros, pero las primeras veces no deberá entrar, sino únicamente ver a los demás desde fuera. Cuando se vaya acostumbrando a relacionarse con otros, sí que podrá entrar a pasárselo bien, aunque debe estar vigilado, pues si se siente agobiado deberá salir inmediatamente. Aunque sea un proceso largo, con paciencia todo se consigue, y todos los perros pueden aprender a socializar correctamente, independientemente de su edad.
Es esencial que la socialización se lleve a cabo mediante refuerzos positivos. Nunca hay que reñir o pegar al perro si se equivoca o hace las cosas mal. Quien le esté enseñando debe tener mucha paciencia y dejar que el perro siga a su ritmo, sobre todo que comprenda que no tiene que estresarse ni tener prisa. De esta forma será un proceso mucho más fácil y efectivo. Se puede usar incluso algún utensilio como el clicker para perros, destinado precisamente para el entrenamiento a base de refuerzos positivos.
Si parece que es imposible que el perro aprenda a socializar, se deberá acudir a un especialista. No hay que forzarlo ni obligarlo a relacionarse con otros perros, y en casos extremos será un entrenador profesional quien mejor sepa cómo se debe actuar.
Hay que dar varios paseos al día por zonas donde haya otros perros y humanos. El perro se irá acostumbrando poco a poco, y es imprescindible que siempre que se encuentre a otro perro, y ambos quieran olerse, se le deje que lo haga el tiempo necesario.
Cualquier perro puede aprender a socializar, independientemente de la vida que haya tenido anteriormente. En unos puede ser algo muy fácil y en otros extremadamente difícil, pero con paciencia y cariño se conseguirán muy buenos resultados.