Consejos para evitar que mi perro ladre

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Los ladridos de un perro pueden ser algo molesto, sobre todo si se escuchan habitualmente. Por eso, es importante enseñar a un perro a no ladrar en exceso, aunque para ello primero habrá que encontrar cuál es el origen de los ladridos. Desde el miedo hasta el aburrimiento, ladrar es una forma de comunicación para el perro. Por eso, en muchas ocasiones es útil, aunque siempre dentro de unos límites moderados. No hay que eliminarlo por completo del comportamiento del perro, pero sí reducirlo.

En casos extremos, cuando el perro ladre siempre demasiado, y ya sea prácticamente imposible enseñarle a que no lo haga, será mejor acudir a un especialista. Por supuesto, siempre hay que tratar bien al perro, y no pegarle cuando ladre mucho. En muchas ocasiones, es algo propio de determinadas razas, pues no todas ladran por igual siendo algo más común en perros de pequeño tamaño, y en unas razas más que en otras.

Encontrar la causa

Todos los perros ladran, ya sea en mayor o en menor medida. Sin embargo, no todos lo hacen por el mismo motivo, y es muy importante saber cuál es la causa para poder reducir los ladridos.

Ansiedad por separación

Los perros son animales sociales, por lo que en su naturaleza se encuentra la necesidad de estar siempre acompañado. Si fuera por ellos, estarían las 24 horas del día con su familia y no se separarían nunca. Sin embargo, esto no es siempre posible, y muchos perros lo pasan realmente mal cuando están demasiado tiempo solos en casa. Algunos deciden morder muebles, mientras que otros se podrán pasar todo el tiempo ladrando, deseando que así vuelvan sus familias a hacerles compañía.

Peligros y miedos

Muchos perros, sobre todo los que se adoptan después de haber sido abandonados, tienen miedo a determinadas situaciones. Los perros maltratados, por ejemplo, es común que ladren a cualquier humano que se quiera acercar a ellos, aunque sus intenciones sean buenas. Además, aunque un perro siempre haya sido tratado bien, puede tener miedo a algunas cosas. Para ellos, el ladrido será un mecanismo de defensa, intentando alejar el peligro todo lo posible. Si un perro no ha aprendido a socializar correctamente, es muy probable que ladre a otros perros, incluso cuando no sean ningún peligro real.

Alegría

Hay perros con una gran energía que desean jugar a todas horas. Es muy probable que se emocionen demasiado, y se pongan a correr y saltar de un lado a otro sin parar. Esa emoción muchas veces también les lleva a ladrar, pues de esta manera demuestran lo contentos que están.

Estrés y frustración

Para un perro, ladrar es un método de comunicarse. Puede estar estresado por muchas causas, como por ejemplo realizar demasiados viajes o llevar mucho tiempo aburrido sin poder hacer nada. Por eso, intentará demostrar su malestar mediante los ladridos, pues es una de las formas que tienen para hacerse entender. De esta manera, intentará llamar la atención de sus humanos para le hagan caso. Sus ladridos serán una forma de pedir ayuda, pues querrá eliminar la sensación de estrés y que lo ayuden a calmarse.

Evitar que el perro ladre

Para evitar que un perro ladre hay que encontrar cuál es el origen del ladrido. Dependiendo de si es uno u otro, se actuará de una manera determinada. Hay que tener en cuenta que, aunque se puede reducir en gran medida el ladrido del perro, no es algo que haya que evitar completamente. Para ellos es un método de comunicación, y en muchas ocasiones es la única manera que tienen de informar de que algo les pasa. Por supuesto, un perro no debe estar todo el día ladrando, y hay situaciones donde no es necesario, pero si ladra de vez en cuando para informar de algo, no está mal.

A pesar de que cada causa concreta necesita un método diferente, hay recomendaciones comunes que pueden ayudar a que el perro reduzca los ladridos.

Nunca hay que regañarlos en exceso, y por supuesto nunca pegarles. El perro debe entender que no tiene que ladrar mucho, pero tampoco es necesario que sea algo que le empiece a dar miedo hacer.

Hay que enseñar al perro a mantener la tranquilidad. Para eso, es esencial que sienta que no hay ningún peligro, sobre todo en el comportamiento de su humano. Dando un paseo, por ejemplo, si aparece algún peligro o algo que asuste al perro, quien lo esté paseando debe mantener la tranquilidad en todo momento. Esto lo notará el perro, y poco a poco comprenderá que si su humano no tiene miedo ni está en tensión, es que no hay ningún motivo para preocuparse.

Si en casa se pone demasiado nervioso, hay juguetes especiales para entretenerlo y reducir el estrés. Lo importante es que piense en otra cosa, y no en la causa de los ladridos. Además, al igual que en los humanos, hacer ejercicio liberará al perro del estrés.

Si ladra por ansiedad por separación

A los perros les encanta estar acompañados de su familia, y algunos lo pasan realmente mal cuando están mucho tiempo solos. Hay juguetes específicos que ayudan a superar la ansiedad por separación, pues tienen al perro entretenido todo el tiempo. Es importante que aprendan a estar solos desde que son pequeños, pues de esta manera comprenderán que es algo normal y que no hay que tener miedo. En muchas ocasiones, la ansiedad por separación también se elimina si se tiene más de una mascota, pues el perro se sentirá mucho más acompañado. Por supuesto, tener un perro implica unos cuidados, y si va a estar siempre solo es mejor replantearse si realmente se quiere tener uno.  

Si ladra porque está aburrido

Los perros tienen mucha energía que agotar, y si se pasan el día encerrados en casa sin hacer nada estarán extremadamente aburridos. Si además no tienen ningún juguete con el que entretenerse, ni nadie que haga algo divertido con ellos, se agobiarán porque no sabrán que hacer. Por eso, muchos perros comienzan a ladrar para llamar la atención, recordándole a sus familias que están ahí, y que por favor hagan algo con ellos para eliminar ese aburrimiento. Estos ladridos son muy fáciles de eliminar, pues bastará con que el perro salga a pasear varias veces al día, y que haga el ejercicio que necesita. Además, en casa debe tener juguetes propios con los que entretenerse, como por ejemplo peluches.

Si ladra por estrés

En muchas ocasiones también ladran por estrés, y lo que hay que hacer es eliminar la situación que causa eso. Por ejemplo, si están en un lugar determinado que les da miedo, es recomendable que se vayan de allí. Otras veces el estrés nace de un perro algo descuidado. Por ejemplo, si no se le dan todas las comidas que necesita, o no realiza ejercicio con regularidad. También suelen tener estrés cuando se cambian sus rutinas, así que deben aprender a tranquilizarse y a comprender que no hay nada malo en los cambios.

Si ladra para alertar de algún peligro

Los perros son muy inteligentes, y muchas veces sus ladridos son muy útiles. Por eso siempre se han usado como perros pastorales, además de como perros de rescate. Esto demuestra que un perro puede ladrar cuando haga falta, pero a veces confunden ladrar por un peligro con ladrar por llamar la atención. Si el motivo no es realmente un peligro, se debe ignorar al perro cuando esté ladrando, y felicitarle cuando deje de hacerlo. Por el contrario, si sus ladridos sí eran justificados, sí se les puede premiar.

Si ladra por otros perros

Muchos perros que no han aprendido a socializar desde pequeños tienen miedo a otros perros. Por esto la socialización es muy importante, pues deben saber que los demás son amigos, y nunca enemigos. Estos ladridos se pueden eliminar poco a poco enseñándole al perro que no tiene que tener miedo. Se puede sacar a pasear por un parque, primero en horas donde haya menos actividad, y por tanto menos perros. Poco a poco se irán acostumbrando e irán perdiendo el miedo. Si mientras va de la correa se cruza con otros perros, nunca hay que sujetarlo o acortar la correa. Esto lo llevará a entender que su humano está en tensión, y que si es así es porque algo malo pasa. Por el contrario, si se ignora y se actúa como si no pasara nada, el perro entenderá que no está mal cruzarse con otros.

Adiestramiento con refuerzos positivos

Es muy importante que, cuando se decida enseñar a un perro a no ladrar, se haga mediante refuerzos positivos. Al igual que cuando deba aprender cualquier otra cosa, es necesario que sea un proceso divertido, y sobre todo que no tengan miedo. Si a un perro se le trata mal, y se le grita constantemente, al final el entrenamiento no servirá de nada. Hay utensilios específicos que ayudan a esto, como el clicker para perros, que emite un sonido agradable que les indica que están haciendo las cosas bien.

Por el contrario, hay aparatos destinados a todo lo contrario, a hacer daño al perro. Hay collares antiladridos que les hacen daño cuando ladran, o que emiten un sonido muy desagradable para ellos. Son más bien un instrumento de tortura, por lo que hay que evitarlo a toda costa. Un perro debe aprender con mucho tiempo y paciencia, sobre todo entendiendo que no debe tener miedo a hacerlo. Además, el adiestramiento canino tradicional, que es el que está basado en estos refuerzos negativos, es mucho menos efectivo. Los perros obedecen por miedo a ser castigados, y nunca porque comprendan correctamente las órdenes.

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