El pienso son pequeñas bolitas o croquetas que componen la mayor parte de la alimentación de muchos perros. Aunque hay una infinidad de marcas y de composiciones, lo esencial es que en mayor cantidad contenga carne o, en su defecto, pescado. Hay también algunos especiales para cachorros o perros alérgicos, por lo que cada perro tendrá un pienso más adecuado para él.
Composición del pienso para perros
El mejor pienso para un perro no tiene que se necesariamente el más caro ni el de la marca más conocida. Un saco de cualquier marca puede tener un bajo coste y una gran calidad. Por tanto, si la marca no es un factor clave… ¿cómo se puede saber cuál es el mejor? Pues muy fácil: habrá que observar su composición.
La composición de un pienso en concreto se encuentra en la etiqueta del saco. A veces también se puede ver por internet, pero puede estar desactualizada y ser menos fiable. Además, diferentes perros necesitarán diferentes nutrientes, por lo que no hay un tipo único que sea el mejor para todos.
Por ejemplo, los cachorros necesitan más energía, y también agradecerán que las bolitas sean más blandas. Por eso, muchas marcas tienen una gama específica de pienso para cachorros. También hay perros que son alérgicos a determinados componentes del pienso, así que lo mejor para ellos será un pienso hipoalergénico.
Carne o pescado
Sin duda, lo que está claro es que lo mejor para todos es un pienso que contenga en mayor medida cualquier tipo de carne. Como mucho, la carne puede ser sustituida por el pescado. Los perros son de la misma familia que el lobo, por lo que si vivieran en cautividad estaría claro que serían carnívoros que cazan sus presas. Así que lo mejor es favorecer sus instintos naturales y darle un pienso rico en proteínas de la carne, aunque el pescado también está bien.
Es muy fácil saber qué contiene un pienso determinado en mayor cantidad, pues las etiquetas tienen los ingredientes ordenados de más a menos. Es decir, el que esté más presente en el pienso aparecerá el primero, y el que se encuentre en menor cantidad, el último. Hay que tener cuidado con cómo se indica el contenido en carne. Debe especificarse que lo que compone el pienso es carne de un determinado animal, pues si únicamente pone pollo, por ejemplo, sin indicar que es carne, puede ser una mezcla de cosas nada recomendables como huesos o patas.
Hay que prestar especial atención al tipo de carne que contiene el pienso. Si son despojos, ese pienso en concreto será más perjudicial que beneficioso para el perro. No hay que dejarse engañar por una imagen bonita, ni tampoco por lo que anuncien en televisión. Por mucho que una marca afirme que su pienso está compuesto principalmente por pollo, si son despojos no servirá de nada. Por eso, es imprescindible observar minuciosamente la composición de cada pienso.
Cereales
Hay piensos que incluyen cereales como si fuera algo bueno, pero lo cierto es que hay opciones mejores para los perros. En muchas ocasiones forman parte de la composición del pienso únicamente para abaratar costes. El pienso debe estar compuesto principalmente por carne o pescado, y en menor medida frutas o verduras. El único cereal que beneficiará al organismo del perro es el arroz, aunque nunca tiene que ser el componente principal.
Los perros no digieren bien el maíz ni el trigo, entre otros cereales, por lo que aunque pueda parecer muy atractivo un pienso con estos ingredientes, no es para nada recomendable. Además, un exceso de calorías en el pienso puede favorecer el sobrepeso en el perro.
La dificultad de encontrar un buen pienso
Es difícil encontrar un pienso cuya composición sea idónea para la alimentación del perro. De hecho, la mayor parte de piensos existentes en el mercado tienen mala calidad, sobre todo por el uso de cereales o despojos de carne para abaratar precios.
Se puede llegar a pensar que una marca muy conocida y de gran relevancia tenga un pienso con una composición perfecta. Sin embargo, esto en la mayoría de los casos no es así. Muchas veces una marca invierte un gran presupuesto en publicidad que hará que esté en todas partes, pero a cambio abarata costes en la composición. Por esto, es esencial mirar siempre los componentes de cada pienso. Da igual que sea una marca conocida o desconocida, o que el paquete sea más o menos bonito. Lo que importa es de lo que está hecho el pienso, no el marketing.
Es normal que el pienso de mejor calidad sea más caro que el que está hecho a base de cereales y despojos, aunque eso no indica que el más caro sea el mejor. Simplemente, si los ingredientes son de buena calidad, tendrán un precio mayor, por lo que afectará al precio final del producto.
Alternativas al pienso para perros
El pienso es el principal alimento de muchos perros, sobre todo por la comodidad de no tener que prepararlo. Lo cierto es que hay alternativas mucho más recomendables para los perros. Un ejemplo de ello es la Dieta BARF, que consiste en la ingesta de alimentos crudos, principalmente carne, y en menor medida frutas y vegetales.
Los perros son animales carnívoros, parecidos al lobo, y si tuvieran que cazar sus presas se alimentarían básicamente de carne, y de algunos vegetales existentes en el estómago de las presas. Por eso, la Dieta BARF implica acercar al perro a su naturaleza, dándole la alimentación que más necesita su organismo.
Esta dieta, además, también se puede encontrar preparada. Se venderá en sacos congelados de los que se pueden separar partes para dar al perro cada día. Es una dieta muy económica y fácil de hacer, pues lo esencial es que ninguna comida esté cocinada.
La mayor parte de la Dieta BARF serán huesos carnosos. Los perros así fortalecerán sus dientes, uno de los muchos beneficios que aporta esta dieta. También se encuentran vegetales, frutas, y órganos y vísceras. Es posible complementar la dieta con suplementos vitamínicos, yogur o aceite de pescado, entre otras cosas.
Dieta BARF: Beneficios
Esta dieta no aportará más que beneficios, desde el fortalecimiento del sistema inmune y los huesos hasta conseguir un pelo mucho más fuerte y brillante. Además, un perro puede llevar una alimentación a base de pienso y Dieta BARF, siempre que no se mezclen en una misma comida. Sin embargo, no habrá problema en mezclarlo en un mismo día. Eso sí, siempre habrá que ajustar lo que coma el perro con su tamaño.
Esta dieta poco a poco está ganando relevancia, pues es muy fácil de llevar a cabo, sobre todo por el hecho de poder encontrarla ya preparada. Hay quienes tienen cierto miedo a darle a su perro carne cruda por las infecciones que puede tener. Es recomendable conocer siempre la procedencia de cada carne, además de congelarla durante unos días antes de dársela al perro. Por si fuera poco, hay páginas en internet especializadas en recetas de la dieta BARF. Que los alimentos no tengan que estar cocinados no implica que no haya una infinidad de combinaciones posible para que el perro disfrute de no comer siempre exactamente lo mismo. Esta dieta es mucho más sana que el pienso, pues responde al instinto natural del perro, y es una gran fuente de vitaminas y proteínas. Además, nunca habrá dudas de su composición. Es una dieta perfecta para cualquier raza de perro.