Lhasa apso: características y fotos

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El Lhasa apso es uno de los perros más antiguos que existen en la actualidad. Su origen está en el Tíbet, aunque ahora es una raza muy popular para tenerla como mascota. Su pequeño tamaño lo hace ideal para vivir en cualquier espacio. Cubierto completamente de abundante pelo, el Lhasa apso necesita cuidados especiales, sobre todo cepillados habituales. Es un perro muy fiel y protector, pues en sus inicios se usaba como perro guardián, algo que todavía está integrado en su naturaleza. En muchas ocasiones su aspecto lo hace difícil de diferenciar con el Shih Tzu, sobre todo porque esta última es una raza más conocida. Es un perro muy alegre y juguetón, aunque también tozudo, por lo que es importante no mimarlo y educarlo desde que es pequeño, siempre con refuerzos positivos. El Lhasa apso será una gran mascota cualquier persona, y además actuará como perro guardián.

 

Lhasa apso: origen

Esta raza tiene su origen en el Tíbet, en la ciudad de Lhassa. Provienen de perros de montaña, y se comenzaron a criar hace unos 4.000 años como perros guardianes de los monasterios tibetanos. Ellos se ocupaban de proteger el lugar desde dentro, pues fuera ya cumplían su trabajo los mastines tibetanos, una raza de perro mucho más grande. A pesar de su tamaño, cumplía su función perfectamente, y se descubrió que estaba emparentado con el lobo. Su venta estaba prohibida, pues eran perros casi sagrados, así que únicamente se podía tener uno si se conseguía como obsequio.  Hoy en día se le sigue conociendo como «Abso Seng Kye» en su tierra natal, que significa perro-león-centinela.

Su largo pelo se desarrolló para protegerlo del frío en el Tíbet, aunque en la actualidad es más común encontrarlo como mascota. Es una raza que está ganando cada vez más popularidad, y las competiciones de Lhasa apso tienen cada vez más participantes.

Lhasa apso: apariencia física

El Lhasa apso es un perro de tamaño pequeño que se caracteriza por estar cubierto de una gran cantidad de pelo. Lo normal es que pesen hasta 8 kilogramos, siendo las hembras ligeramente más pequeñas que los machos. En la cara su pelaje recubre sus ojos, y forma una barba y bigote muy poblados. Sus orejas cuelgan a ambos lados de la cabeza, y al tener tanto pelo asemejan al perro a un peluche suave. El pelo que recubre todo su cuerpo se suele dejar largo, en ocasiones incluso arrastrando por el suelo. Pueden ser de color blanco, dorado o incluso de diversos tonos de gris y negro.

Las características del pelo del Lhasa apso impiden que entre directamente en sus ojos, pero aún así puede ser molesto para ellos, pues si es muy largo puede dificultar su visión. Para solucionar esto, muchos deciden recoger el pelo de su perro a ambos lados de la cabeza, al menos cuando esté en casa.

El pelo del Lhasa apso necesita muchos cuidados, pues al ser tan largo y abundante, si no se cuida aparecerán problemas. Debe mantener una higiene adecuada, y cepillarse constantemente. Por supuesto, estos perros pueden salir a jugar y correr por el parque como cualquier otro, aunque es probable que su pelo acumule más suciedad, y deba cepillarse con más frecuencia. Muchos prefieren cortárselo, pues seguirá siendo igual de bonito, pero se evitan muchos problemas y dificultades. Para ello, lo mejor es acudir a un peluquero canino, pues los especialistas sabrán tratar el pelo mejor que si se hace en casa.

 

Gran parecido con el Shih Tzu

El Lhasa apso es confundido en muchas ocasiones con el Shih Tzu, aunque lo cierto es que tienen algunas diferencias. El Shih Tzu tiene un cuerpo más bajo, lo que hace que esté más cerca del suelo. Además, las formas de sus cabezas son distintas, siendo la del Lhasa apso más estrecha, y con los ojos menos saltones.

Lhasa apso: comportamiento

Es un perro muy alegre y juguetón, aunque puede sentir cierto rechazo a los extraños. En su naturaleza está ser un perro guardián, por lo que es de esperar que no sienta inmediatamente afecto hacia cualquier persona. Sin embargo, si aprende a socializar desde pequeño, será muy cariñoso con cualquiera, tanto humanos como otros animales. Por eso, es importante que se relacione también con otros perros, por ejemplo acudiendo a jugar a un parque, donde aprenda que los demás pueden ser grandes amigos y que no hay que tenerles miedo.

El Lhasa apso es un perro muy activo que necesitará ejercicio diario. Aunque puede vivir en lugares pequeños, gracias a su reducido tamaño, eso no significa que no deba salir a la calle a dar largos paseos. Disfrutará de correr y de jugar, aunque es probable que al salir se le enrede más el pelo, se llene de nudos y se acumule suciedad en él, como por ejemplo hojas. Por eso, hay que cepillarlo habitualmente, eliminando cualquier rastro.

 

Un perro reservado

Normalmente es un perro independiente, tomará sus propias decisiones y no necesitará estar pegado constantemente a su humano. Sin embargo, cuando conoce a su familia desde que es un cachorro, sentirá un gran afecto por todos, y le gustará disfrutar de caricias y cualquier tipo de cariño.

Pueden ser perros muy tozudos, ya que quieren ser ellos los que decidan qué hacer y qué no. Puede costarles aceptar órdenes, pero si se empieza a entrenarlos desde que son pequeños será mucho más fácil. Hay que tener siempre en cuenta que ellos necesitan su espacio, y también estar solos cuando quieran. No hay que forzarlos a llevarse bien con otros perros, ni tampoco con cualquier visita que llegue a casa. No serán agresivos con ningún extraño, simplemente no disfrutarán de su compañía y preferirán estar solos, por lo que es mejor darles el tiempo que necesiten para socializar.

Lhasa apso: cuidados y salud

Suelen ser perros sanos y no deben tener problemas importantes de salud. Sin embargo, es común que haya algunos Lhasa apso con úlceras o problemas renales, o problemas de piel, además de displasia de cadera. Para evitar estos problemas, es necesario acudir al veterinario ante cualquier duda, y sobre todo llevar al día tanto las revisiones como el calendario de vacunación. De esta forma será mucho más fácil prevenir cualquier problema. En cuanto a la piel, cepillar correctamente al perro y mantener su higiene, serán puntos clave para evitar las irritaciones.

 

Su pelo

El principal cuidado que necesita un Lhasa apso es de su pelo. Nunca debe tener nudos, pues estos pueden ir a más, y llegar a un punto donde la única solución sea cortar el pelo. Por eso, deben cepillarse habitualmente, incluso más de una vez al día si es necesario. Si se prefiere que no les crezca mucho el pelo, sino dejárselo corto, es mejor acudir a un especialista si no se tiene la experiencia necesaria. Ellos sabrán mejor cómo tratar este tipo de pelo tan especial, y evitarán cualquier daño. Aunque necesitan cepillarse y una mínima higiene, al igual que cualquier perro es necesario que no se les bañe demasiado. De otra forma se eliminaría la capa de grasa que protege su piel, y podría ser dañino. Por supuesto, siempre debe hacerse con un champú adecuado al pH de los perros, y nunca con uno para personas.

 

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