Cada vez son más los perros que desarrollan problemas de obesidad. A pesar de que puede ser una afectación cuyas consecuencias pueden poner en serio peligro la vida del animal, la creciente frecuencia de casos está creando una normalización del alto sobrepeso que muchos padecen. Resulta imprescindible responsabilizarnos de su salud, y ofrecerle unas condiciones de vida óptimas para prevenir problemas asociados a diferentes enfermedades. La obesidad, y todo lo que comporta, es una de ellas.
Si tu perro es obeso y quieres mejorar su calidad de vida, te recomendamos que sigas leyendo este artículo. En él te contamos los peligros que puede entrañar la obesidad en tu mejor amigo canino, cómo intentar prevenirla y, en caso de estar presente, cómo mejorarla. ¡Toma nota y ponte manos a la obra!
La obesidad en perros
La vemos cada día; la obesidad está presente en la sociedad, y cada vez más, lo que produce una normalización creciente que nos hace un flaco favor.
Por suerte, cada vez estamos más concienciados de los peligros que la obesidad posee para las personas. Los médicos nos informan, constantemente, de las consecuencias nefastas que puede tener este problema en nuestro cuerpo. Por ello, la preocupación por estar saludable puede hacernos reconducir nuestros hábitos de vida, hasta modificarlos por completo.
No obstante, cuando hablamos de nuestros animales de compañía, la obesidad no parece tan importante. Prueba de ello es la cantidad de perros que encontramos con claro sobrepeso y/o problemas de obesidad. Por lo general, son perros que reciben una excesiva alimentación, y/o que ésta no está equilibrada con el ejercicio físico que realizan. Sin embargo, las consecuencias de la obesidad en perros son las mismas que las que podemos tener las personas, por lo que necesitamos, también, adaptar sus hábitos de vida de igual manera que adaptamos los nuestros. Solo así conseguiremos prevenirla y, en caso de ser una realidad, tratarla.
¿Cómo saber si mi perro posee obesidad?
Los problemas de obesidad no siempre son claros. En muchas ocasiones, encontramos perros de gran tamaño, muy corpulentos, que su exceso de peso puede confundirse con las particularidades corporales propias de la raza. Por ello, son muchos los dueños que no son conscientes del problema de sobrepeso de sus animales.
La mejor manera de saber si nuestro perro sufre de obesidad es pesándolo. Para ello, podemos acudir a la consulta de nuestro veterinario, para que sea el profesional el que realice esta acción y valore, en función de la medición, si posee problemas de sobrepeso y/u obesidad. Los centros veterinarios poseen pesos especialmente destinados para animales de pequeño y gran tamaño; generalmente, el peso se revisa en las revisiones anuales, por lo que basta con solicitar una de ellas para poder detectar este problema.
No obstante, podemos hacer una primera valoración del peso del animal con tan solo mantener contacto físico. Si podemos palparle las costillas a nuestro perro, probablemente no posea problemas de sobrepeso. Si estas, además, se aprecian a simple vista, quizás estaremos hablando de un problema de infrapeso, aunque depende de la raza y el tamaño. Por ello, acudir al veterinario es la forma más efectiva de poder saber, a ciencia cierta, en qué punto se encuentra su peso.
¿Qué peligros se asocian a la obesidad en perros?
Un perro obeso posee mucha más probabilidad de sufrir enfermedades derivadas de su sobrepeso, como:
Diabetes
Al igual que ocurre con las personas, el organismo de un perro diabético contiene más azúcar en sangre del necesario; tanto, que su sistema no puede procesarlo adecuadamente. Este problema puede poner en serio peligro la vida del animal, sobre todo si no posee un control. Las subidas de glucosa pueden afectar a diferentes órganos y funciones.
Hipotiroidismo
Muchas personas, así como animales, desarrollan problemas de obesidad como consecuencia de su hipotiroidismo. Aquí, las glándulas de la tiroides no funcionan como deberían de hacerlo, y esto crea serios problemas para regular el peso. Los lípidos que el perro ingiere con la comida se almacenan como grasa, lo que produce una constante subida de peso.
Problemas de circulación
La obesidad impide a la sangre circular con facilidad por las venas y vértebras, pues puede presionar estos conductos y/o crear coágulos que impidan la libre circulación. Esto puede reducir la cantidad de sangre que llega a los órganos, produciendo fallos de diferente gravedad, pudiendo incluso resultar fatales para su supervivencia.
¿Cómo prevenir y/o tratar la obesidad en perros?
La mejor manera de prevenir y/o tratar la obesidad en perros es ofreciéndoles unos hábitos de vida óptimos, en los que la alimentación y el ejercicio físico propicien un buen balance calórico.
La alimentación de nuestro perro debe basarse en pienso seco de calidad. Aunque de vez en cuando podemos ofrecerle comida húmeda, ésta suele contener altos índices de grasa, por lo que deberemos moderarla. También encontramos algunos alimentos que nuestro perro NO debe comer. Además de ello, deberemos cumplir con la cantidad de comida diaria que recomiende el veterinario, y/o en su defecto, el fabricante de pienso.
El ejercicio debe estar presente en el día a día del animal, e incluso repetirse varias veces al día. Los paseos nos ofrecen oportunidades para ello. Potenciar que nuestro perro pasee, corra e incluso juegue es clave para favorecer la realización de ejercicio.
Si la obesidad es alta, deberemos acudir al veterinario para que el profesional realice un plan nutricional a seguir.
Con estas recomendaciones, conseguiremos que nuestro perro se mantenga alejado de la obesidad, y mejoraremos este problema en caso de tenerlo presente.