El mundo animal está repleto de mitos a desterrar. Uno de ellos, y de sobra conocido, es el que afirma que perros y gatos no se llevan bien, y por tanto, su convivencia no puede darse de una manera pacífica y positiva. No hay más que consultar nuestro refranero para encontrarnos con el refrán “se llevan como el perro y el gato”, lo que se traduce como una relación tormentosa.
No obstante, son muchas las familias que comparten espacio, mimos y responsabilidades con perros y gatos de manera conjunta, y que viven de manera pacífica en un mismo hogar. Esto demuestra que en efecto, perros y gatos pueden llevarse a la perfección, siempre y cuando sus caracteres sean compatibles y realicemos de manera correcta el periodo de entrada, encuentro y adaptación.
A continuación te hablamos de todo esto y te contamos cómo puedes conseguir este milagro cargado de realidad.
Convivencia entre perros y gatos… ¿Qué factores debemos considerar?
Si estamos pensando en adoptar un perro teniendo un gato en casa, o viceversa, deberemos considerar una serie de factores importantes que determinarán, en mayor medida, el éxito y/o el fracaso de nuestra idea. Entre ellos, encontramos:
Los caracteres de los animales
Si hablamos de carácter animal, encontraremos una gran semejanza con los caracteres de las personas. Al igual que ocurre con nosotros mismos y nuestras diferencias individuales, encontramos animales más dependientes que otros, más demandantes, más activos, más territoriales e incluso más agresivos. Todo ello forma parte del carácter, contra el que difícilmente podremos luchar y/o modificar.
Es por ello que la mejor manera de conseguir que un perro y un gato se lleven bien es encontrar caracteres afines que puedan compatibilizarse de manera positiva. Lo mismo ocurre con dos perros, dos gatos e incluso dos personas.
El espacio con el que contamos
Es importante habilitar un espacio individual para cada uno de los animales, pero dando libertad también a que puedan explorar otras zonas e incluso interaccionar. Esto, en muchas ocasiones, demanda unas características mínimas de espacio. De esta manera, quizás no sería buena idea adoptar demasiados animales en una casa de pequeñas dimensiones, sobre todo si las razas que queremos adoptar son de gran tamaño.
El tiempo que le podemos dedicar
Cualquier animal demanda tiempo. Cubrir sus necesidades de higiene, alimentación, salud y afecto necesita de pequeños ratitos exclusivos. Estos ratitos se multiplican a medida que introducimos nuevos miembros en nuestra familia, siendo un factor que deberemos tener en consideración.
Además, en un primer momento, será mucho más importante nuestra presencia para realizar las presentaciones de manera correcta y cumplir con el periodo de adaptación.
Poco estrés
Una casa con mucha actividad se considera con vida, pero cuando se trata de introducir nuevos miembros a la familia, no supone una facilidad para el proceso de adaptación. Es por ello que, en esos primeros días, la actividad debe moderarse.
Cuando el periodo de adaptación concluya, nuestro hogar podrá volver progresivamente a su nivel de actividad habitual, siempre y cuando respetando sus momentos de intimidad, atención y descanso.
¿Cómo realizar el periodo de adaptación de un perro a un hogar donde hay un gato, o viceversa?
Si te has decidido a aumentar la familia con un nuevo miembro, deberás realizar una serie de pasos que podrán determinar, en gran medida, el éxito o el fracaso de sus relaciones. Toma nota de todos ellos y ponte manos a la obra tan pronto hayas tomado la decisión.
1-Acudir al veterinario
Primer paso muy recomendable antes incluso de tomar una decisión firme sobre ello. Acudir al veterinario de nuestra mascota puede ayudarnos a decidir si será fácil la convivencia de nuestro animal con un animal nuevo, e incluso conocer qué tipos de razas y/o caracteres pueden encajar mejor en nuestra familia. Nuestro veterinario de confianza será el que mejor podrá asesorarnos en todo este proceso.
Si vamos a realizar una incorporación, es muy recomendable descartar cualquier tipo de problema infeccioso en cada uno de los animales que van a convivir, incluso en el que todavía no ha accedido a nuestro hogar.
2-Una habitación en exclusiva para nuestro nuevo amigo
Nuestro nuevo miembro deberá disfrutar de un espacio en exclusiva, para él, que pueda separarse del resto del domicilio fácilmente. En este espacio deberemos meter todo lo que el recién llegado va a necesitar, para poder favorecer su comodidad y la realización de sus necesidades.
3-Presentando los olores
Los animales tienen muy buen olfato. Pueden conocerse mutuamente a través de los olores que desprenden, sin necesidad siquiera de observarse ni de mantener contacto físico. Es por ello que se recomienda intercambiar estos olores antes incluso de la presentación oficial. Para ello, podemos frotar toallas por sus cuerpos e intercambiarlas. Los animales olerán las telas impregnadas de olores y podrán reconocer mejor al nuevo miembro de la familia en el momento de la presentación.
El uso de feromonas ayuda a facilitar la integración de los dos miembros de la familia.
4-¡La presentación oficial!
Debe realizarse de manera tranquila, sin estrés ni ruidos fuertes, en algún lugar neutro de la casa (evitaremos los espacios destinados a cada uno de ellos). En este lugar habilitaremos pequeños recovecos para que el gato pueda esconderse si lo necesita. Mantendremos al perro atado con una correa. Tras unos minutos de convivencia, volveremos a separarlos hasta volver a juntarlos posteriormente. Serán ellos los que decidirán cuando acercarse.
Poco a poco, podremos observar las reacciones de los dos animales, al mismo tiempo que permitiremos que se conozcan de manera adecuada y que puedan convivir con armonía.
Siguiendo estos consejos y pasos, será posible disfrutar de la compañía de perros y gatos en conjunto. ¡Toma nota y ponte manos a la obra!