Antes de hablar de si es conveniente o no darle carne cruda a tu perro, tenemos que remontarnos a conocer el origen de la alimentación canina.
En 1860 James Spratt comercializó «un pastel para perros» elaborado a base de sangre de ternera, verduras y cereales. En ese momento, otras empresas de la industria alimentaria se sumaron a la elaboración de comida canina.
Los fabricantes, no tardaron en darse cuenta que la comida para perros seca, rica en cereales era barata de fabricar y fácil de conservar, fue a partir de aquí, donde la industria desbancó a las carnicerias como fuente de alimentación canina.
Desde ese momento, la industria alimentaria, vio como sus productos de desecho eran una fuente de beneficios en forma de alimento para perros.
En este momento, la industria entra en contradicción: te están vendiendo un producto apto, sano y completo para tu perro fabricado con los desechos producidos.
Por eso, cada vez son más las personas que quieren buscar la alimentación natural y sana para sus animales, de este principio nace la Dieta BARF, basada en la alimentación de los perros silvestres.
Beneficios de dar carne cruda a un perro

Si nos fijamos en la anatomía de los perros, comprobamos que son animales carnívoros y su aparato digestivo y dentadura están diseñados para comer y digerir carne cruda. Ahora bien, los perros llevan muchos años siendo animales domésticos y se han adaptado a su nueva alimentación a base de pienso o comida preparada para ellos.
Entonces, podríamos decir que los perros pueden alimentarse de carne sin procesar siempre y cuando esta no sea la única fuente de energía y alimentación. Su dieta también debe incluir verduras y en menor medida cereales.
Beneficios de la dieta BARF en perros
Volver a la alimentación natural de nuestro perro reporta muchos beneficios para su salud, entre ellos, destacamos:
- Mejora el aspecto físico de nuestro perro: más atlético y con mas fuerza.
- Su pelo se vuelve más brillante y de mejor calidad.
- Si tu perro sufre ansiedad por la comida, está dieta acabará con el problema.
- Disminución en el volumen de heces.
- Menos posibilidad de sufrir gingivitis
- Menor consumo de agua.
Alimentar a nuestro perro con carne curda no es malo siempre y cuando se sigan unas medidas de seguridad y le demos producto de calidad. Igualmente muchas empresas están comercializando comida basada en la alimentación natural del perro, libre de cereales y en muchos casos elaborado con pescado.
Aspectos negativos de dar carne cruda a nuestro perro
La carne cruda entraña una serie de peligros para los perros, que pueden provocar enfermedades e incluso la muerte de nuestro perro.
- Parásitos: A pesar de que la carne apta para consumo humano cumple una serie de leyes y registros sanitarios que aseguran que es un producto inocuo para la salud. Sin embargo existe el riesgo de contaminación cruzada durante su envasado o transporte. Una infección por parásitos es igual de peligrosa en perros que en humanos, por eso no le des a tu perro algo que no te comerías tu.
- Atragantamiento: Algunos perros, sobretodo los que presentan obsesión por la comida pueden atragantarse con huesos o piezas grandes que intentan engullir. La primera vez que le des carne cruda o un hueso a tu perro, vigila su comportamiento, para evitar sustos.
- Deficiencias nutricionales: Una dieta mal formulada, por muy natural que sea, puede provocar déficit nutricional en nuestra mascota. Por ello, es aconsejable que visites un especialista que te ayuda a pautar la dieta más adecuada para el.
- Intoxicación: La E. Coli puede aparecer en la carne, pero al ser una bacteria que se destruye con el calor del cocinado no le prestamos demasiada atención. Pero si le das a tu perro carne contaminada, puedes provocarle una intoxicación alimentaria muy peligrosa, ya que la E. Coli es una bacteria resistente a muchos antibióticos y provoca un cuadro sintomático grave.
- Contaminación cruzada: Esta es sin duda el tipo de intoxicación o contaminación alimentaria más fácil de provocar sin darnos cuenta. Si un alimento ya cocinado, entra en contacto con uno crudo contaminado el producto cocinado se contamina. En este caso suelen aparecer agentes contaminantes externos a alimento contaminado. Por ello debes preparar la comida de tu perro con mucho cuidado.
Si quieres evitar la contaminación bacteriana congela la carne durante al menos dos días, de esta forma, destruirás las posibles bacterias que pueda tener la carne.
La dieta ideal para tu perro debe ser un 75% de proteína (carne) y el 25% de hidratos de carbono (verduras y cereales). Es decir la proporción es 3:1 (tres parte de carne por una parte de verdura y cereales)
Si le das a tu perro la carne cruda con el hueso es menos peligroso que el hueso cocinado, ya que el hueso crudo no se astilla y tu perro puede comerlo sin problema.