Los animales, especialmente los perros y gatos, pueden llegar a ser altamente reproductivos. En muchas ocasiones, los embarazos traen un número elevado de cachorros, y a medida que se acerca el momento del parto, pueden presentar algunos síntomas que nos avisen de los inminentes nacimientos. En caso de las gatas, estos síntomas son muy comunes y característicos.
Si convives con una gata embarazada, a la que crees que le queda poco tiempo de embarazo, y necesitas estar prevenido para cuando llegue el momento, a continuación te contamos algunas señales que pueden hacerte entender que la labor de parto ya se ha iniciado y/u está al caer. Revisa las señales que te contamos y prepárate para recibir a una camada de gatitos.
¿Cuánto dura un embarazo gatuno?
Si tu gata no está castrada y tiende a ser escapista y salir al exterior, es probable que en algún momento de su vida quede embarazada por algún gato callejero. En un primer momento desconocerás su estado, pero a medida que el embarazo avance empezarás a sospechar. El crecimiento de su barriga, sus mamas y su cambio de conducta pueden darte las primeras señales. En esos momentos, es muy recomendable acudir a la consulta del veterinario para poder salir de dudas y garantizar la salud del animal y de los gatitos.
El embarazo de una gata puede durar unos 65 días aproximadamente. Será entonces cuando los gatitos estén ya bien formados y preparados para nacer.
¿Cómo sé que mi gata va a parir?
Si observas en tu gata los siguientes síntomas y comportamiento, no hay duda: El momento del parto se acerca y el nacimiento de los gatitos es inminente.
1-Crea su nido
Las gatas poseen un instinto de protección muy fuerte, que les lleva a preparar minuciosamente su entorno para la llegada de sus crías. Por ello, buscará un lugar tranquilo en el que establecer su nido y dar a luz.
Sabemos que los gatos aman las cajas, los escondites y todos aquellos espacios que les permitan descansar sin que nadie les moleste. Y, como no, usarán como nido uno de estos lugares. En caso de no encontrarlo, su comportamiento se verá nervioso y ansioso.
Construirle un nuevo escondite será una buena manera de ayudarle y facilitarle la labor de parto. Este escondite deberá situarse en un lugar tranquilo, estable y fuera de las zonas de paso principales. Deberá tener mantas y/u otros elementos cómodos, que permitan a la gata encontrarse cómoda y resguardada.
Es normal que nuestra gata pase mucho tiempo en él antes del alumbramiento. Cuanto menos te lo esperes, ¡estarán los gatitos!
2-Bajadas de temperatura
La temperatura de una gata en condiciones normales ronda los 38º. No obstante, en los momentos previos al parto, esta temperatura puede disminuir algún que otro grado. Este síntoma no es claramente medible, por lo que puede pasar desapercibido. Encontramos otros síntomas mucho más evidentes.
3-Disminuye su actividad
Durante los últimos días de embarazo, es normal que la actividad de la gata disminuya drásticamente. Esto es debido, además al inminente momento, al incómodo peso que soporta su barriga. El animal puede pasar muchas horas escondido en su nido, o en busca de mimos de los miembros de la familia.
4-Mamas grandes
La llegada inminente de las crías activa los factores maternales de la madre, y las mamas se preparan para alimentar a la camada. Por ello, se llenan de leche y crecen de tamaño. Los pezones se vuelven punzantes y el cuerpo de la hembra se prepara para favorecer la supervivencia de todas sus crías.
5-Lamer la vulva
La gata embarazada y a punto de parir se acicala mucho, y además, está completamente pendiente de lamer su vulva de manera continua. Este comportamiento tan repetitivo no es más que una manera de preparar su cuerpo para recibir a su camada. Mediante los lamidos, la gata higieniza esta parte tan importante de su cuerpo, con el fin de favorecer un parto limpio y sin complicaciones para sus crías.
Es posible, además, que la gata sienta algunas molestias en su vulva, propiciadas por la dilatación y la presión de las crías. Esto puede hacer que los lamidos sean mucho más intensos y frecuentes.
Es una conducta totalmente normal que no deberemos intentar frenar.
6-La gata puede disminuir su apetito y su ingesta
Si, además de identificar algunas de las señales comentadas, también observas que tu gata come mucho menos, será una señal más de su inminente parto. En los últimos días de embarazo, su camada presiona su estómago y la sensación de estómago vacío es mucho menor. Esto, ligado al nerviosismo de la gata por las señales que le manda su cuerpo, puede hacer que la comida le dure mucho más en el comedero.
Es recomendable no forzarle a comer, pero mantener la comida a su alcance. Solo así podrá abastecerse siempre que ella lo necesite.
7-¡Llegan las contracciones!
La gata empezará a mover su barriga, mostrando pequeños espasmos dirigidos a su vulva. No hay duda; los gatitos están bajando por el canal del parto. Poco a poco, irán saliendo a la superficie.
Este proceso puede durar horas, y en general, lo suelen realizar las gatas por si solas (a no ser que exista algún problema). Es importante que respetes este momento, sin invadir el escondite de la gata y, mucho menos, sin tocar a los gatitos. Recuerda que los animales poseen un instinto de protección muy fuerte y pueden defenderse.
Una vez el proceso de parto haya finalizado, podrás acercarte poco a poco, sin movimientos bruscos, para establecer contacto con ellos.
Recuerda que la castración de las gatas y gatos se torna necesaria para evitar camadas indeseadas y gatitos abandonados en nuestras calles. Un gato puede esterilizarse a partir de los 6 meses, aunque no salga de casa.
¡Feliz maternidad gatuna!