Los perros ancianos no se comportan igual que los perros jóvenes, y ni siquiera igual que los adultos. Hay una serie de síntomas que nos pueden indicar cuándo un perro se está haciendo muy mayor. Además, por lo general los perros ancianos tienen más problemas de salud, por lo que habrá que tener en cuenta los problemas más comunes para tratarlos adecuadamente. Por supuesto, un perro anciano necesita más cuidados que un perro adulto.
Falta de apetito
A medida que los perros van entrando en la vejez, es probable que vayan perdiendo poco a poco las ganas de comer. En muchas ocasiones, esto se debe simplemente a que tienen algún problema en la boca, como por ejemplo un gran dolor en las encías. Si el perro come mucho menos de lo habitual, será necesario acudir al veterinario para ver qué es lo que le ocurre, aunque es probable que simplemente sea que se está haciendo mayor. Además, por lo general los perros ancianos tienen menos energía, lo que significa que también necesitarán comer menos.
Por supuesto, aunque los perros se hagan mayores y tengan una falta de apetito, es esencial que todo lo que coman sea de buena calidad. Si comen pienso, deberá tener una composición adecuada. Es importante tener en cuenta que si el perro tiene problemas dentales, el pienso puede resultar demasiado duro para él y será mejor optar por otro tipo de comida, como por ejemplo que siga la dieta BARF.
Falta de energía
Los perros mayores tendrán menos energía que un adulto, y por supuesto también menos que un cachorro. Es algo que se puede notar en su día a día, y manifestarse de muchas formas. Es posible que un perro anciano prefiera quedarse todo el día acostado sin hacer gran cosa, y que cuando salga a pasear lo haga a su ritmo y lentamente. Nunca hay que presionarlo, pues es normal que tenga menos energía al ser un anciano y no hay que obligarle a hacer cosas que su cuerpo no le permita hacer. También puede ser que tenga menos ganas de jugar, aunque esto también depende de la raza. Hay perros que dejan de jugar cuando son adultos, y sobre todo cuando son ancianos, mientras que habrá otros que estén dispuestos a jugar cada día a lo largo de su vida, aunque esto último es menos común.
Cambios en el color de su pelaje
En muchas ocasiones, el pelaje de los perros cambia en su paso de cachorro a adulto. Todo depende de la raza, pero por lo general el pelo de un perro anciano se va haciendo poco a poco más claro, ya que es posible que los perros tengan canas, al igual que los humanos. Por supuesto, esto no será ningún problema para el perro, sino simplemente un nuevo color de pelo que acompañe a su edad, no hay que extrañarse si esto ocurre.
Además, no es algo que ocurra de un día para otro, sino que será un proceso lento y a veces difícil de percibir si se ve al perro todos los días. Los perros ancianos suelen tener el pelo de tonos más grisáceos que los más jóvenes, y es posible que a veces pierdan algo de brillo, aunque esto último se puede remediar con un correcto cuidado de su pelaje.
Problemas de los perros ancianos
Además de los síntomas que nos pueden indicar el envejecimiento de un perro, los perros ancianos tienen por lo general una serie de problemas de salud que son más comunes en ellos que en perros más jóvenes. Es necesario conocerlos para así saber identificarlos, y sobre todo llevarlos al veterinario ante cualquier mínima duda para que sean examinados correctamente.
Problemas digestivos
Cuando un perro es anciano, es probable que la digestión sea peor. Esto se debe a que los músculos del intestino van perdiendo fuerza, por lo que es muy común que al hacer la digestión acaben con problemas como estreñimiento o diarrea. Además, el principal problema de un perro anciano a la hora de comer es con respecto a sus dientes. Si no se han cuidado bien a lo largo de toda su vida, manteniendo una correcta higiene, es probable que se caigan o que tengan demasiado sarro. El sarro es un problema importante que puede ocasionar infecciones en las encías, dificultando así que el perro se alimente correctamente.
Es importante que la higiene de los dientes sea la adecuada a lo largo de toda su vida, y también que la alimentación del perro sea adecuada y de calidad, pues es algo que afecta a los dientes de todos los perros. Por eso mismo, siempre tienen que comer el mejor pienso para perros, o los mejores alimentos sigan la dieta que sigan.
Problemas en las articulaciones
Los perros más mayores pueden sufrir problemas de articulaciones, lo que también influye en que no tengan ganas de moverse demasiado. Además, son más propensos a las fracturas, pues sus huesos son más débiles que los de un perro más joven. Pueden tener problemas como la osteoporosis, algo que no es agradable para ningún perro, pero desgraciadamente sí es común. Además, es normal que un perro anciano tenga artritis, lo que ocasiona que sienta dolor ante el mínimo esfuerzo, y no quiera moverse ni para realizar cosas básicas como salir a pasear o simplemente ir a comer al lugar donde suela encontrarse su comida.
Disminución de los cinco sentidos
Lo cinco sentidos de un perro se pueden ver más debilitados a medida que vaya envejeciendo, exactamente igual que puede ocurrir con los humanos. Lo más normal es que un perro anciano vaya perdiendo primero el oído, por lo que hay muchos perros ancianos con sordera. Además, también es normal que un perro vaya perdiendo la visión a medida que va envejeciendo, y también que tenga problemas oculares como cataratas. Estos son los sentidos que un perro empieza a perder en primer lugar, aunque también pueden experimentar una pérdida del sentido del gusto que haga que tengan aún menos ganas de comer que las que tendrían habitualmente.
Incontinencia
Los perros que sean muy mayores podrán experimentar una falta de control de sus necesidades, aunque esto solo ocurre en ciertas ocasiones. No podrán controlar las ganas de hacerlas y las realizarán en cualquier lugar, y es muy importante saber que no hay que reñirles si realmente no lo pueden controlar. Esto puede ocurrir no solo por la vejez, sino por diversos problemas como por ejemplo una infección de orina. Además, si los perros tienen problemas de articulaciones que hagan que moverse sea doloroso para ellos, es normal que hagan sus necesidades en cualquier lugar simplemente por no querer levantarse y sentir dolor al moverse.
Cuidados de un perro anciano
Los perros ancianos no tienen demasiada energía, por lo que tampoco se puede pretender obligarles a hacer cosas que no pueden hacer. Por eso mismo, habrá que modificar los paseos para que sean más cortos y tengan una menor duración, o al menos que haya descansos en medio para que el perro anciano pueda recuperarse.
También es muy importante cuidar de su alimentación, pues es normal que no quieran comer demasiado, pero deben hacerlo y siempre ingiriendo alimentos que sean de buena calidad. Además, es probable que si tienen problemas dentales el pienso sea demasiado duro para ellos, y puede causar dolor en los dientes al masticar. Por eso mismo, será mejor optar por un tipo de comida más blanda.
Por supuesto, cualquier síntoma, problema o cambio de comportamiento en el perro deberá ser consultado con el veterinario. Además, es importante que siempre lleve su calendario de vacunaciones al día.