Temperatura de un perro normal y con fiebre

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La fiebre es un mecanismo del organismo que sirve para indicarnos la existencia de un problema o desajuste en nuestro organismo. Se manifiesta ascendiendo la temperatura media corporal elevándose hasta causar preocupación. Tanto en humanos como en animales es un proceso muy parecido y que obliga a descansar y cuidarnos durante al menos un par de días. Sin embargo, es importante estar atentos y conocer la temperatura de un perro normal y con fiebre.

Es importante porque la fiebre en perros tiene la capacidad de ser muy peligrosa si no se cuida bien. Sobre todo, especialmente en riesgo estarán los cachorros y adultos, pudiendo causar daños cerebrales irreparables o incluso terminar de forma mortal. Es por esa razón que la pronta actuación puede mejorar de forma ostensible el problema. Por ese motivo desde RazasyPerros les daremos los mejores consejos para determinar si tiene fiebre y por supuesto también sobre cómo deberemos actuar.

Primeros síntomas de fiebre

Lo normal es que la temperatura de cualquier perro esté en torno los treinta y siete y cuarenta grados. Aunque si está pensando en un cachorro la alojaríamos entre los treinta y cuatro grados y los treinta y seis. A medida que lleguen al primer semestre deberán haber alcanzado los treinta y siete de estabilizado.

Si nota a su perro como cansado, desganado o mareado, puede que esté empezando a asomar este malestar. Póngale el termómetro y compruebe cada varias horas que su temperatura se encuentra dentro de los parámetros indicados. Si estos fueran superiores, estará entrando en esta fase febril. Su nivel de gravedad estará relacionado con los grados de elevación establecido con la temperatura normal.

¿Cómo saber si mi perro tiene fiebre?
¿Cómo saber si mi perro tiene fiebre?

¿Cómo puedo distinguir tiene fiebre?

Distinguir si nuestro perro tiene fiebre es muy fácil, pues por lo general muestra unos síntomas bien diferenciados. Algunos podrían ser:

  • Le nota cansado, desganado o mareado
  • Tiene un cierto brillo extraño en los ojos.
  • Se le seca la nariz y tiene una temperatura más caliente de lo normal
  • A veces sufre de temblores o incluso espasmos musculares
  • Tiene un comportamiento impropio y muestra cierta apatía
  • Puede que sus encías sean más blancas de lo habitual

Si su perro presenta alguno de estos síntomas lo mejor que puede hacer es tomarle la temperatura. Puede que esté en el inicio de esta fase febril y es por eso muy importante actuar a tiempo.

Por lo general, algún tipo de infección se estará produciendo en su organismo. Sin embargo, son varias las causas que le pueden llevar, como también el calor extremo, el frío, o simplemente por estrés.

Para asegurarnos de que no es algo preocupante, le tomaremos la temperatura en plazos de cinco o seis horas. Si se alarga en el tiempo ocupando varios días o el nivel sube hasta puntos preocupantes, lo mejor es que nos pongamos en contacto con nuestro veterinario para descartar males mayores.

¿Cómo tomar la temperatura?

Tomar la temperatura de nuestro perro es un proceso muy parecido al de los humanos. Para ello, le colocaremos el termómetro en el culo, por ser el sitio más fiable. Lo mejor es que una segunda persona nos ayude pues es importante que no se mueva para no causar daños en el ano.

Para ello, tranquilice a su perro durante varios minutos pues al ser un proceso invasivo, lo mejor es que esté relajado. De igual manera, no le introduzca el termómetro de forma acelerada pues la sorpresa puede hacer que se asuste.

Así, mientras la otra persona le relaja y sujeta al perro con cariño y firmeza, nosotros alzaremos la cola y le introduciremos suavemente el termómetro. No es necesario meterlo entero, pues con un par de centímetros será suficiente. La punta de los termómetros son los que recogen la temperatura por lo que sólo introduciremos lo necesario.

Es también recomendable humedecerlo un poquito con agua o vaselina si se tiene. Esto nos ayudará a hacer el proceso más llevadero y corredero. Tenga muy en cuenta que su perro intentará moverse e incluso escapar, por lo que cuanto menos incómodo se lo hagamos mejor. Tendremos que estar en esa posición hasta que el utensilio nos indique la temperatura y la marque fija.

Por lo general, los nuevos termómetros suenan con un pitido para indicar que ya tiene la temperatura. Sin embargo, con los tradicionales tendremos que estar atentos nosotros a la estabilización y mantendremos el termómetro introducido alrededor de un par de minutos.

Si el dinero no es un problema para nosotros, también existen unos nuevos termómetros que permiten conocer la temperatura de nuestro perro introduciéndoselo en el oído. Son algo más caros pero, evidentemente, también menos invasivos para él.

Sé muy sensible en el momento de tomarle la temperatura
Sé muy sensible en el momento de tomarle la temperatura

¿Qué hacer si tiene fiebre?

Lo primero será estar tranquilos ya que es algo relativamente frecuente tanto en perros como en humanos. Así, seguiremos tomándole la temperatura y le vigilaremos con atención para comprender y valorar la gravedad de la enfermedad.

Para ello, introduciremos el termómetro en uno de los puntos recomendados dependiendo de las características de nuestra herramienta.

La fiebre es un indicador de que algo malo está sucediendo en el interior de nuestro perro. En la mayoría de los casos no será algo grave, si no simplemente estará relacionado con alguna infección alimentaria o una mala adaptación a la temperatura del exterior.

Sin embargo, es importante estar atentos ya que a veces puede ser los primeros indicios de una enfermedad más grave. Por ello, si el proceso dura más de la cuenta acuda a su veterinario para comprobar que no hay un problema grave. Igualmente, llámele por teléfono para pedirle consejo siempre que lo necesite.

Tenga siempre el cuenco lleno de agua limpia y fresquita para que su perro pueda beber y mantenerse constantemente hidratado. Si vemos que no bebe y la fiebre aumenta, también podemos ayudarle pero sin forzarle a que lo haga. Para ello, utilizaremos una jeringa, un biberón o incluso una cuchara y le daremos mucho cariño para que no se sienta forzado.

Tenga siempre en cuenta que la preocupación excesiva nunca es buena, por lo que es fundamental que esté tranquilo. Si aun así le preocupa la situación llame al veterinario y hágale todas las preguntas que lleve dentro.

Remedios caseros para bajar la fiebre

Evidentemente, no debemos aplicarle ningún fármaco sin la indicación de nuestro veterinario por lo que mínimo tendremos que llamarle antes de hacerlo. Si además la temperatura fuera excesivamente alta, deberemos conseguir reducirla antes de visitarle. Para eso, hay algunos trucos que podemos aplicar en nuestra casa y que bajará su temperatura con alta probabilidad.

Son aplicables a todo tipo de perros excepto cachorros, que son mucho más sensibles y deberemos llevarlos directamente a nuestro médico canino. Algunos de estos remedios caseros podrían ser:

  • Empapar una toalla en agua: La mojaremos completamente, luego la escurrimos y la ponemos sobre nuestro perro durante varios minutos. Repetiremos este proceso varias veces y volveremos a tomarle la temperatura para ver si ha descendido. En caso positivo, secaremos a nuestro perro y seguiremos atentos a su evolución
  • Colocar bolsas de hielo: Durante un par de minutos colocaremos una bolsa de hielo entre su cabeza y las patas traseras. Igualmente, repetiremos este proceso y valoraremos si estamos teniendo éxito en la operación.
  • En situaciones muy extremas: Si nos parece que la temperatura es elevadísima, y siempre que nos lo indique el veterinario, bañaremos a nuestro perro en agua fría durante varios minutos. Esto sólo lo debemos hacer si nos lo recomienda el veterinario.

En principio, estos remedios caseros suelen conseguir que la fiebre descienda, pero eso no significa que la enfermedad haya pasado. La fiebre sólo es un síntoma, por lo que, aunque la bajemos, el problema puede seguir. Por ello, una vez hayamos pausado esta fase, deberemos llamar al veterinario y visitarle para que le haga las pruebas pertinentes para establecer un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Baje la temperatura en casa si intuye que su perro lo necesita
Baje la temperatura en casa si intuye que su perro lo necesita

¿Qué puede haber causado la fiebre?

Como hemos dicho, la fiebre puede venir derivada por muchas razones que hacen que el organismo reaccione así. Por lo general, vendrá causada por una lucha interna contra un virus o bacteria y durará un periodo corto de tiempo. Sin embargo, también puede venir como consecuencia de:

  • El periodo de vacunación: Las vacunas son un proceso de batalla invasiva que nosotros les inoculamos, por lo que es muy común que durante este proceso se produzca la fiebre.
  • Medicamentos: Esto mismo sucede con los medicamentos, pues al final son agentes externos que les metemos dentro de su cuerpo. Por eso, tras un tratamiento podemos observar cierta elevación en su temperatura.
  • Antes de parto: Muchas perras que están embarazadas pasan por fases febriles. Es bastante habitual pero aun así es también recomendable visitar al veterinario para descartar males mayores.
  • Calor Extremo: También es muy común que las olas de calor o de frío produzcan fiebre en nuestros canes. Este es un caso que no debería alargarse más de dos días.

Conclusión:

Al proceso de mantenimiento de calor interno se le conoce como termorregulación, y sirve para mantener el equilibrio en nuestro cuerpo. Cuando esta temperatura se eleva más de la cuenta, sucede un proceso de malestar al que llamamos fiebre. Esto también sucede en los perros, teniendo temperaturas normales diferentes para cada raza o tamaño.

Como en nosotros, puede aparecer por múltiples causas e indica que nuestro organismo se esta defendiendo de los ataques de ciertos virus o bacterias.

Luego entonces, ¿debemos preocuparnos si nuestro perro tiene fiebre?

Aunque como decimos es un proceso habitual en humanos y animales, debemos estar atentos para que no se complique. Para ello, vigilaremos que la temperatura no se eleve demasiado y también otros síntomas asociados. Toda la información que tengamos nos ayudará a facilitar el diagnóstico correcto.

Si tienes la sospecha de que tu perro atraviesa un proceso febril, podrá comprobarlo con la ayuda de un termómetro. Esto servirá de indicador para conocer realmente la temperatura interna de tu perro.

Realice este proceso varias veces a lo largo del día para conocer su evolución y siga los consejos que más arriba describimos si necesita o cree conveniente rebajar su alta temperatura.

Es importante también que valoremos la fiebre como algo si no positivo, desde luego tampoco como algo negativo, pues es un proceso de defensa del organismo y por tanto, es necesario su desarrollo. Por ese motivo, no conviene disminuir la temperatura de nuestro perro de forma drástica mientras atraviesa esta fase febril, pues a veces puede resultar contraproducente. Además, debemos tener en cuenta que una fiebre leve no es recomendable ser tratada de ninguna manera más que agua, cariño y reposo.

Por supuesto, si alberga algún tipo de duda sobre la gravedad del problema no dude en contactar de inmediato con su veterinario. Por lo general, sólo será una fase temporal corta, pero a veces puede esconder problemas más graves detrás. En principio relájese y acompañe a su perro con tranquilidad en lo que dura el proceso. Pero no pierda la atención en ningún momento y llame a su veterinario si la cosa se complica.

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